Habrá juicio. La Audiencia Provincial de Badajoz ha decidido sentar en el banquillo al hermano del presidente del Gobierno, David Sánchez, por los presuntos delitos de prevaricación y tráfico de influencias relacionados con su contratación en la Diputación como coordinador de los conservatorios pacenses en 2017. También irán a juicio el secretario regional del PSOE, Miguel Ángel Gallardo, que fue presidente de la institución provincial, y nueve trabajadores, muchos cargos socialistas.
La Audiencia ha rechazado los recursos presentados por los acusados y la Fiscalía, que pedían el archivo de una causa iniciada a mediados de 2024 a raíz de una denuncia de Manos Limpias basada en recortes de prensa. En su respuesta, considera que existen “indicios suficientes” en el auto recurrido de la jueza instructora, Beatriz Biedma, “sobre el presunto carácter delictivo de la conducta imputada y, por tanto, la consecuencia es la de proseguir el procedimiento”.
Entre esos indicios, los magistrados remarcan que la jueza instructora defiende que la creación de la plaza de coordinador de los conservatorios “no estaba justificada”, como tampoco que tuviera que ser personal de alta dirección quien debiera ocuparla. También sostienen que el trabajo del músico no se prestó de formal habitual en Badajoz y que el puesto se adaptó a sus “preferencias personales”. Lo que empezó siendo una plaza de coordinador de los conservatorios de la Diputación pasó a denominarse jefe de Artes Escénicas.
Los magistrados de la Audiencia Provincial también remarcan algunas “irregularidades” que la instructora recogió en su auto de procesamiento, como la aparición en el organigrama de la Delegación de Cultura, Deporte y Juventud de la creación del puesto de “sección de coordinación de centros y programas de actividades transfronterizas”, que recayó en Luis Carrero, exasesor del Ministerio de la Presidencia y amigo de David Sánchez. “Existen incluso correos de los que se deduce una relación personal muy cercana entre ellos, llamando don Luis (Carrero) a don David (Sánchez) como 'hermanito'”, detalla el auto.
Recursos
La Fiscalía recurrió el auto de procesamiento al no existir “auténticos indicios racionales de criminalidad” , sino solo “conjeturas e hipótesis”. La defensa de David Sánchez también pidió el sobreseimiento de la causa al considerar que el proceso ha tenido “carácter político, instrumental y teleológico” y que en el mismo “se han impuesto de una manera absolutamente inasumible los intereses de la acusación popular”.
Esta está liderada por el pseudosindicato ultra Manos Limpias, pero también la conforman Vox, HazteOir, Liberum, Iustitia Europa, Abogados Cristianos y PP, que piden tres años de prisión, tanto para David Sánchez como para Miguel Ángel Gallardo, por los delitos continuados de prevaricación en concurso con el de tráfico de influencias y de nombramiento ilegal.
El juicio se celebrará en la Audiencia Provincial, en lugar de hacerlo en el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx) por la condición de aforado del secretario regional del PSOE. Pero Gallardo decidió entrar en la Asamblea como diputado autonómico en pleno proceso judicial y solo 24 horas antes de que la jueza instructora firmara el auto de procesamiento, por lo que el alto tribunal extremeño criticó el “apresurado” aforamiento de Gallardo y decidió devolver la causa a la jueza Beatriz Biedma.
La instructora acordó en abril el procesamiento contra el hermano del presidente del Gobierno, el líder socialista en Extremadura y otros nueve acusados, entre los que se encuentra un exasesor de La Moncloa y amigo personal de David Sánchez, Luis Carrero, porque existen “indicios suficientes sobre el presunto carácter delictivo de la conducta imputada”.
En concreto, la magistrada afirma que Sánchez, “teniendo conocimiento previo” de que la plaza en la Diputación se había creado para él, se presentó a la convocatoria, e hizo la entrevista “para simular la legalidad formal del procedimiento, siendo el principal beneficiario del mismo”. El músico “habría utilizado influencia en la Diputación de Badajoz para obtener un beneficio propio, en primer lugar, al conseguir que se adaptaran las condiciones de su puesto a sus referencias personales, como el no tener que acudir diariamente a un despacho y el dedicarse a la Ópera, y, en segundo lugar, al conseguir que la persona que extraoficialmente ya le ayudaba activamente en el proyecto Ópera Joven fuera contratada por la Diputación y pasara a auxiliarle directamente trabajando con él en su mismo despacho”, en referencia a Carrero, que consiguió acceder a un puesto “creado con la finalidad de serle adjudicado de forma directa mediante la forma de provisión de comisión de servicios”.
Respecto al presidente de la Diputación de Badajoz, el auto recoge que resulta “inverosímil” que Miguel Ángel Gallardo no supiera que el fin de la creación del puesto era que recayera en el hermano de Pedro Sánchez, puesto que era algo que se sabía “de forma generalizada”, y que no participara “directamente” en los hechos al tener la competencia para el nombramiento y cese del personal de alta dirección.