DomusVI acude a los tribunales para bloquear la publicación de los muertos por COVID en cada residencia

DomusVi, el gigante de los servicios geriátricos, no quiere que se sepa cómo se repartió en Galicia el drama de muertes por COVID que arrasó el sistema de cuidados a los mayores. La empresa, que dirige en España Josefina Fernández, acaba de recurrir al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) para frenar una solicitud de información realizada por eldiario Praza.gal a la administración gallega. La petición periodística reclamaba datos generales y anonimizados sobre el reparto de muertos por cada centro asistencial. Tras un periplo de siete meses de insistencia periodística, amparada por la Lei de Transparencia, la Xunta dio su brazo a torcer y aceptó enviar las tablas de documentos. Los datos permitirían aclarar la relación entre el tipo de gestión de cada centro y la evolución del COVID entre sus muros. Pero DomusVi ha ejercido su derecho a recurrir ante la Sala de lo Contencioso del TSXG.

En un comunicado enviado a elDiario.es, la empresa asegura que la publicación de el ránking de muertos por residencia “puede derivar en un daño reputacional irreversible para la compañía”. La última vez que una fuente interna trasladó a esta redacción la relación de muertos en sus centros en septiembre de 2020, la cifra superaba los 1.700. En la nota enviada a esta redacción la compañía asegura estar “comprometida con la transparencia”.

Solo en Galicia, desde donde Josefina Fernández dirige su imperio, un total de 140 personas perdieron la vida por COVID-19 hasta el 29 de septiembre tras contraer el virus en alguna de sus 37 residencias. Así lo confirman a esta redacción fuentes del sector con acceso a los datos. A lo largo de la evolución de la pandemia varios de estos centros han tenido que ser intervenidas por la Xunta: Vigo, Cangas y Outeiro de Rei. En esta última se llegaron a registrar en septiembre más de 100 contagios confirmados en un solo día. Otros centros que nunca fueron intervenidos también sufrieron con dureza el azote de la pandemia. Es el caso de DomusVi San Lázaro (Santiago), en donde según las familias perdieron la vida uno de cada tres usuarios. Desde ese centro el Gobierno gallego recibió en febrero una carta que nunca abrió en la que los trabajadores denunciaban que la empresa no cumplía los ratios de personal por usuario que exigían los pliegos públicos.

Galicia es una de las comunidades más opacas con la difusión de información sobre los muertos en residencias. La administración que dirige Alberto Núñez Feijóo lleva meses ofreciendo los datos de sus muertos en residencias pero su diligencia se diluye cuando se trata de contabilizar a los ancianos que fallecieron en hospitales pero provenían de centros de mayores. En ese punto radica la importancia de la información reclamada por Praza.gal y a cuya difusión de opone DomusVi. A mayores de lo anterior se da la circunstancia de que el gigante de las residencias se encarga de la gestión de multitud de centros públicos en donde el día a día de la atención ha sido privatizado. Su mando sobre las residencias públicas se cifra en torno al 80% de las mismas, según fuentes del sector.

Profundamente conectada con el Partido Popular y, concretamente con Alberto Núñez Feijóo, Josefina Fernández fue requerida a mediados de noviembre el año pasado para explicar en el Parlamento de Galicia qué estaba pasando con los ancianos y el COVID en las residencias. Aquella visita se convirtió en un homenaje del PP a la CEO de DomusVI. Cuando la oposición hizo preguntas, la mesa de la comisión en la que comparecía pidió disculpas públicas a Fernández “en nombre del Parlamento de Galicia”. De aquella comparecencia quedan proclamas para la hemeroteca como la siguiente que Fernández realizó cuando se le planteó que para cuidar a los mayores sería mejor un sistema público de residencias: “Eso traería caos, pérdida de recursos y consecuencias de alcance impredecible”, afirmó ante los diputados.

Durante el tiempo en el que la pandemia ha centrado las preocupaciones de la opinión pública, la situación en las residencias DomusVi ha ofrecido tal cantidad de titulares que representarlos todos parece una tarea enciclopédica. Como muestra, la siguiente enumeración de lo que sobre esa compañía se ha ido publicando en estas páginas a lo largo de los últimos meses: “La consejera delegada de DomusVi 'más orgullosa que nunca' pese a la muerte de 1.700 personas en sus residencias”, “las residencias de DomusVi cobran comisiones a las funerarias que entierran a sus pacientes”, “una residencia de DomusVi en Donostia cobra un extra a sus usuarios por las mascarillas que las administraciones distribuyen gratuitamente”, “la Xunta subvenciona con 250.000 euros a DomusVi por formación de parados”, “DomusVi gratifica a sus empleados si captan nuevos clientes para ocupar las camas libres de los muertos por COVID”, “la Xunta vacunó a la consejera delegada de DomusVi en febrero pese a estar fuera de los primeros listados de personal sanitario”, “DomusVi busca estudiantes de medicina en Infojobs para incorporarlos a sus plantillas”...