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Feijóo promete un nuevo “resurgimiento” de Galicia basado en el control del déficit

Feijóo promete viviendas de promoción oficial vacías o sin adjudicar para afectados por los desahucios

David Lombao

Con menos expectación que hace cuatro años y también con menos emoción. La ausencia de expectativa de cambio político rebajó notablemente este martes la atención suscitada por el candidato a la Presidencia de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en el inicio de su segundo debate de investidura. El líder de los conservadores gallegos accedió a la tribuna del Pazo del Hórreo con un discurso de 49 páginas, tres más que hace tres años y medio, para poner en escena una intervención con más economía que política y un tono gerencial que Feijóo encamina hacia una promesa de altos vuelos y difícil traslación al plano práctico: “un nuevo resurgir de Galicia que sea en el siglo XXI la versión social y económica del que fue el Resurgimiento cultural en el XIX”.

Para la consecución de esa gran empresa Feijóo presenta su propia gestión como el mejor aval: “uno de los pilares está puesto, la solvencia de nuestra comunidad”, asegura, en un contexto en el que desgrana buena parte de sus ideas fuerza de campaña electoral: “Galicia volverá a ser la autonomía con menos ajustes”, “Galicia está en mejores condiciones para ser de las primeras en salir de la crisis” y “en Galicia será esta, por fin, la legislatura en la que se volverá a hablar de crecimiento”. Y todo esto, como? “No será sencillo”, se responde, pero el país cuenta con la ventaja de que “inició hace casi cuatro años un camino alternativo” de control del déficit público y ahora, por ejemplo, “ninguno de los miembros del Gobierno que tomen posesión vivirá la desagradable sorpresa de encontrarse con imprevistos en los cajones” ni con “agujeros ocultos”, afirmó, en la que fue la única y velada referencia al bipartito de PSdeG y BNG.

Más “fondos” pero menos impuestos

Él, dice, tiene como modelo “a los ciudadanos esforzados que no gastan por encima de sus posibilidades”. Y en esa misma clave, la de administrador, desgrana promesas ya conocidas, como “mantenernos entre las comunidades que mejor pagan de toda España” a las que le añade otras nuevas, entre las que destaca la creación de un “fondo para el crecimiento” que, dice, “incluirán” los Presupuestos Generales para 2013. Sin definir con cuanto dinero ni de donde saldrán, el popular asegura tener prevista una bolsa económica que “primará” inversiones “que contribuyan a las principales reformas estructurales que precisa la economía gallega”, como en el ámbito lácteo o forestal o las “inversiones tecnológicas, viarias, sanitarias o hidráulicas”.

De las palabras de Feijóo cabe deducir que la financiación de ese nuevo fondo no llegará vía impuestos, toda vez que la mayor parte de la vertiente tributaria de su discurso se centró en anunciar “bajadas selectivas”. Como ya había hecho en 2009 el candidato vuelve a prometer una bajada del IRPF -aquella quedó aparcada-, esta vez dentro de una Ley del Emprendedor y centrada en las “inversiones en capital de entidades de nueva creación” por parte de “jóvenes emprendedores”, con un 20% de rebaja limitada a 4.000 euros o el doble si la inversión es en acciones de este tipo de empresas.

A lo mejor, el presidente in pectore espera compensar esta bajada en la recaudación con el “nuevo modelo de financiación autonómica” por lo que, asegura, luchará ante el Gobierno central. Para esto, anuncia, la Xunta elaborará “un estudio en el que se especifique el gasto en el que incurre nuestra comunidad por cada servicio que presta”, en el que pesen factores como la dispersión poblacional o el envejecimiento. Desde San Caetano también se buscarán fondos en el escenario europeo, asegura. Después de dar por hecho en los últimos meses que seguirían llegando a Galicia ayudas de la UE a pesar de perder la condición de “objetivo 1”, ahora señala que su intención es la de “proponer la creación de un foro autonómico entre el Gobierno central” y las autonomías que están en el mismo caso que Galicia -Andalucía y Castilla Lana Mancha-“ que ”nos permita coordinación y unidad de acción“.

Menos Parlamento y decreto del gallego

Las novedades apuntadas por Feijóo en lo económico para el “nuevo resurgimiento” apoyado en la “mayoría más amplia” del PP parece que no llegarán a otros ámbitos, como el institucional o el lingüístico. Así, mantiene intacta su intención de recortar el número de escaños del Parlamento lo máximo “posible” sin tocar el Estatuto -de 75 a 61- y presenta igualmente inmutable su política lingüística, también tras la sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia que invalida parte del denominado decreto del plurilingüismo. “El TSXG acaba de avalar que en esta comunidad bilingüe la enseñanza sea en equilibrio”, mantiene Feijóo, que desde la apelación a la “libertad” asegura, sin especificar como, que su Gobierno será “coherente” y “actuará en consecuencia con el margen de maniobra que nos otorga la Justicia”, pero sin renunciar la, por ejemplo, a la “participación de los padres” -vetada por el Tribunal-.

Interrumpido por periódicos aplausos desde la bancada del PP y escasos comentarios altisonantes por el lado de la oposición el discurso de Feijóo, despojado también de citas literarias, fue llegando a su fin entre la recuperación de proyectos legislativos ya adelantados, como la Ley de Garantías Sanitarias, y guiños a preocupaciones ciudadanas que ahora ocupan titulares, como la promesa de “poner a la disposición” de personas afectadas por desahucios “el parque de viviendas de promoción oficial que están vacías o sin adjudicar”. “Dicen que lo mejor está por llegar”, concluyó el actual y próximo presidente de la Xunta. A la espera de saber si será lo mejor, lo que llegará el jueves será la parte central del debate, con la intervención de PSdeG, AGE y BNG y la réplica de Feijóo.

“Indignación” y sensación de “estafa” entre la oposición parlamentaria

El escaso entusiasmo suscitado por la segunda investidura de Alberto Núñez Feijóo tuvo también su réplica en las filas de la oposición a través de quien sigue siendo la gran novedad del Parlamento, Xosé Manuel Beiras, que cambió el tono combativo por la reflexión “indignada” e incluso “conmovida”. Para el portavoz de la AGE el panorama derivado de las palabras de Feijóo es “absolutamente trágico”, hasta el punto de que “no sé si seremos capaces de hacerle frente” desde su formación. “Si no somos capaces, sólo quedará la rebelión cívica” en un contexto en el que “el señor Núñez”, acusa, se empeña en hacer gala de “desfachatez” para “ir contra la ciudadanía”.

“En vez de exponer un diagnóstico” el candidato Feijóo hizo algo equivalente, según Beiras, a “recitar la letra de aquella canción infantil, vamos a contar mentiras”. “Da la impresión de que acaba de llegar, de que la autonomía comienza con él” y de que “aquí no se hizo absolutamente nada”, desgranó mientras el volumen de los cargos del PP presentes en el pasillo del Pazo del Hórreo bajaba ostensiblemente. “A lo mejor perdí la costumbre de escuchar mentiras de manera tan descarada”, dice, para censurar un discurso que considera “un combinado de desprecio por la inteligencia” y “por los ciudadanos”. Sigue en su manía de ser una brigada de demolición, de limpieza étnica, de ecocidio y etnocidio, aunque seguramente esos dos términos no los conocen“, ironiza. ”Estoy demasiado indignado para seguir hablando“, sentenció.

También por el lado de PSdeG y BNG le llovieron las críticas a Feijóo, que encarna una especie de “doctor Jekyll y mister Hyde”, a juicio del portavoz del BNG, Francisco Jorquera. “Por una parte” el líder conservador dice que el principal problema “es el paro” pero “a lo largo de su discurso evidenció su total obsesión por las políticas mal llamadas de austeridad” que “lo único que hacen es agravar los problemas de la gente”. “Lo único que sabe es hacer recortes” por lo que “sus apelaciones al crecimiento carecen de la más mínima credibilidad” en un contexto caracterizado por su carencia “de la más mínima sensibilidad social” y su ejercicio de autocomplacencia“.

Por el lado banda socialista su portavoz, Abel Losada, observó en el discurso de Feijóo un intento de verdadera “estafa”, parecida a la del “estafador checo que quiso vender la torre Eiffel en dos ocasiones”. Para Losada el candidato popular intenta “encubrir un ataque fortísimo a los servicios públicos” con las dificultades presupuestarias. “Tengo una sensación de dejà vu”, dice el socialista, aunque Feijóo intente “obviar que ya gobernó durante la pasada legislatura” mediante el despliegue de “mucha retórica y ninguna solución, muchas mentiras, medias verdades y manipulaciones.

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