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Feijóo visita Israel cuatro años después de que declarase “enemigo” al Parlamento de Galicia

Carta enviada por el embajador de Israel en España al Parlamento de Galicia

David Reinero

En mayo de 2014 el Parlamento de Galicia recibía una carta del embajador de Israel en Madrid en la que éste acusaba a la Cámara gallega de unirse “a los peores y más extremistas enemigos de Israel” por recordar el éxodo palestino ocasionado por la fundación del Estado israelí. Este martes, según acaba de anunciar la Xunta, el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, iniciará una “misión comercial a Israel”. Lo hace dos semanas después de que Tel Aviv impidiese la entrada en Gaza de varios diputados del Congreso, entre ellos el gallego Antón Gómez-Reino, último capítulo de una larga historia de encuentros y desencuentros entre políticos gallegos e israelíes con Manuel Fraga en un papel protagonista.

Cada año, a finales de enero, como hizo la pasada semana, el Parlamento de Galicia recuerda el Holocausto judío. Desde hace menos tiempo, también en mayo de cada año recuerda igualmente el éxodo palestino originado con la fundación del Estado de Israel. Pero en 2014 ese homenaje a los palestinos encontró la dura respuesta de la carta que acusó a la Cámara gallega de unirse a los peores enemigos de Israel. El embajador consideraba que “el reconocimiento del derecho al retorno de las personas y comunidades a las tierras y casas de las que fueron expulsadas” supondría “la desaparición del Estado de Israel”. Y así se lo hizo saber no sólo a la entonces presidenta del Parlamento, la ahora diputada popular en el Congreso Pilar Rojo, amiga personal de Mariano Rajoy, sino que también envió copias de la carta a los portavoces de PP y PSdeG en la Cámara gallega, a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y al entonces portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso.

La unanimidad con la que el Parlamento había aprobado la declaración institucional de apoyo a los palestinos no se mantuvo unos días después cuando hubo que defenderla de la crítica israelí y cada grupo reaccionó por su cuenta. Rojo le escribió al embajador una respuesta en la que le recordaba las veces que se ha condenado el Holocausto en la Cámara gallega, el PP restó importancia a la crítica, el PSdeG la obvió y AGE y BNG cargaron cada uno por su cuenta contra el embajador.

Aquel conflicto diplomático se dio por superado hace dos años, cuando en junio de 2016 una delegación de la embajada visitó el Parlamento de Galicia y se reunió con su siguiente presidente, el también popular Miguel Santalices, que era vicepresidente cuando se había recibido la carta israelí. En el comunicado con el que informó de ese encuentro la Presidencia de la Cámara obvió la polémica anterior y se limitó a decir que “la visita se enmarca en la ronda de contactos protocolarios que el presidente del Parlamento de Galicia suele celebrar con representantes del cuerpo diplomático y de las diferentes instituciones que visitan la Comunidad Autónoma”.

Un año antes de esa reconciliación entre la embajada israelí y el Parlamento gallego, la portavoz del BNG en Bruselas, Ana Miranda, que había sido eurodiputada y volverá a serlo dentro de un mes, había sido deportada por Israel tras intentar llegar a Gaza con la denominada “ Flotilla de la Libertad”, integrada por políticos internacionales y activistas que fue interceptada en aguas internacionales. Y hace tan sólo dos semanas Israel denegó también la entrada en Gaza de varios diputados del Congreso que pretendían visitar proyectos de la agencia de la ONU para los refugiados en Palestina (UNRWA). En el grupo había miembros de PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos y sus confluencias, entre ellos el gallego Antón Gómez-Reino, de En Marea.

Muy distinta fue la relación con el Estado de Israel de otro político gallego. En enero de 1981, una década antes de llegar a la presidencia de la Xunta, el entonces líder de Alianza Popular, Manuel Fraga, visitó Israel para reclamar el reconocimiento de ese Estado por parte de España, relaciones diplomáticas que no se establecerían hasta 1986. Sin embargo, una década después de aquel viaje, en 1994 la Xunta ya gobernada por Fraga financiaría un libro que negaba el Holocausto judío. La obra contó incluso con un epílogo redactado por el propio Fraga, que posteriormente matizaría que no compartía las afirmaciones del autor sobre el Holocausto.

Según la nota de prensa distribuida este domingo por la Xunta, el martes Feijóo, acompañado de su conselleiro de Economía, Francisco Conde, iniciará una misión comercial de tres días de duración “centrada en foros y encuentros empresariales”. El Gobierno gallego destaca que en 2016 un total de 121 empresas gallegas exportaron a Israel, un 70% más que ocho años antes, por un monto que se aproxima a los cien millones de euros.

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