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El BNG se cae del bloque de la investidura al votar contra los Presupuestos y se abre una brecha en la oposición a Feijóo

El diputado del BNG en el Congreso, Néstor Rego, y la portavoz nacional de la organización, Ana Pontón

Daniel Salgado

4 de diciembre de 2020 22:36 h

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Los analistas leen la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado este jueves como un punto de inflexión. El Gobierno de PSOE y Podemos los describe como expansivos y progresistas. Han acabado así con su interinidad financiera. Para ello consiguieron ampliar los apoyos de su investidura. A los partidos que entonces votaron por Pedro Sánchez han incorporado a Esquerra Republicana y EH Bildu. Pero ha habido una baja, la del diputado del BNG Néstor Rego. Los nacionalistas de izquierda gallegos, que encabezan la oposición a Feijóo en Galicia, entienden que las cuentas discriminan a la comunidad y las consideran “peores que las últimas de Rajoy”.

La reubicación del Bloque ha causado efectos colaterales en la política gallega. Aunque comparte pactos de gobierno con los socialistas gallegos en numerosos ayuntamientos –entre ellos el de Pontevedra, insignia de las alcaldías nacionalistas– y en tres de las cuatro diputaciones, en las últimas semanas las relaciones entre las dos organizaciones se han agriado. Todavía el pasado jueves Gonzalo Caballero, secretario general del PSdeG, lamentaba la “falta de corresponsabilidad” del BNG al no votar con las “fuerzas progresistas”, despreciar “la subida de las pensiones y los salarios públicos o la rebaja de los peajes de la AP-9” y hablaba de “caldo gordo” de los nacionalistas “al PP y a Vox”. El viernes respondía Ana Pontón, la portavoz nacional del BNG y líder de la oposición gallega: “No estamos aquí para hacerle la vida más cómoda al presidente de turno, estamos para mejorar la vida de los gallegas y gallegos”.

Lo hacía en un vídeo de un minuto en el que argumentaba el no a los presupuestos de Sánchez en base a tres líneas: son 104 millones de euros menos que en 2018 –los últimos aprobados–, cae la inversión por habitante y crece el gasto militar y la partida para la Casa Real. “Son peores que los últimos de Rajoy”, insistía Pontón. La inversión del Estado en Galicia será en 2021 de 832 millones de euros. El PSdeG atribuye la caída a la finalización de las obras del tren de alta velocidad, cuyas partidas engordaron durante años el presupuesto, y señala que, por habitante, el gasto es mayor en Galicia –308 euros– que en la media estatal –258–. Al Bloque no le vale esa perspectiva: en Catalunya, Valencia o Andalucía también hay AVE, afirma Ana Pontón, pero la inversión crece.

Ninguna de las más de 200 enmiendas parciales registradas por el BNG fue aceptada por la mayoría de gobierno en el Congreso. Fuentes de la dirección nacionalista entienden que, detrás de este cierre a sus propuestas, hay algo que va más allá del desacuerdo concreto sobre su contenido. “De fondo hay una mala digestión del resultado de las elecciones gallegas por parte de PSOE y Podemos. En lugar de analizar los porqués de sus respectivos resultados, optan por un boicot al BNG, aunque eso suponga un boicot a Galicia”, aseguran. En los comicios de julio, cuando Núñez Feijóo obtuvo su cuarta mayoría absoluta consecutiva, el BNG saltó de seis a 19 escaños y se colocó como segunda fuerza. El PSOE se quedó en 14. Y Podemos, que en su día había formado parte de En Marea y se presentaba como Galicia en Común junto a Esquerda Unida y los nacionalistas de Anova, quedó fuera de la Cámara.

Aquel desenlace no ha impedido sin embargo al candidato de Podemos y parlamentario en Cortes Antón Gómez-Reino advertir al BNG de que se dirige “a la irrelevancia” al ser “el único partido progresista, soberanista y nacionalista” que se opuso a los presupuestos. También lo ha hecho la CUP, pero sus dos diputados en el Congreso llevan toda la legislatura en la misma posición. En cualquier caso, el Bloque se descuelga, por lo menos de momento, de ese “nuevo bloque de dirección política del Estado” que anunció solemne el vicepresidente Pablo Iglesias durante el debate y al que sí se han acoplado los aliados del nacionalismo gallego en los últimos años: ERC y EH Bildu.

“Nosotros mantuvimos la total disposición a negociar hasta el último minuto. Sin embargo aceptaron enmiendas de todas las demás fuerzas nacionalistas menos las nuestras”, indican las fuentes mencionadas, “los partidos estatales asumen que hay que negociar con Euskadi y Catalunya, pero que se puede ningunear Galicia”. En eso se sintetiza, dicen, la “mala digestión” de los otros partidos de izquierda en Galicia, que a su juicio buscan recuperar terreno aún a costa de prescindir de un voto en el Congreso. “Pero no están boicoteando al BNG, están boicoteando a Galicia”, resume Ana Pontón a modo de eslogan en el vídeo publicado este viernes. En él también atribuye a su organización lo único positivo que detecta en las cuentas: una “rebaja histórica en los peajes de la AP-9” mediante compensaciones económicas a la concesionaria.

Mientras la grieta entre las dos fuerzas de la oposición gallega se ensancha, el PP carga duramente contra las previsiones económicas del Ejecutivo central, que entiende “irresponsables, extremistas y un agravio para Galicia”. Y Alberto Núñez Feijóo no se apea de la displicencia con la que trata en el Parlamento gallego a BNG y socialistas. En la última sesión de control, calificó de “negacionista” al PSdeG, que había preguntado por las medidas de la Xunta en violencia machista. Y la oferta de pacto sobre materia sanitaria realizada por Ana Pontón la despachó con un “usted viene aquí a hacer el ridículo”.

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