Cuatro nuevos ataques contra supuestas narcolanchas. Y 14 personas más ejecutadas extrajudicialmente. El secretario de Guerra de EEUU, Pete Hegseth, ha anunciado los ataques este martes. Así, se elevan los ataques comunicados a 14 y las muertes, a 57.
“Ayer, por orden del presidente Trump, el Departamento de Guerra llevó a cabo tres ataques letales contra cuatro embarcaciones operadas por Organizaciones Terroristas Designadas (OTD) que trafican narcóticos en el Pacífico Oriental”, ha dicho Hegseth en X: “Nuestros servicios de inteligencia conocían las cuatro embarcaciones, que transitaban por rutas conocidas de narcotráfico y transportaban narcóticos. Ocho narcoterroristas hombres se encontraban a bordo de las embarcaciones durante el primer ataque. Cuatro narcoterroristas hombres se encontraban a bordo durante el segundo ataque. Tres narcoterroristas hombres se encontraban a bordo durante el tercer ataque. Un total de 14 narcoterroristas murieron durante los tres ataques, con un superviviente. Todos los ataques se llevaron a cabo en aguas internacionales y no hubo heridos entre las fuerzas estadounidenses”.
Lo que no hace la Administración de EEUU en esta ocasión, como tampoco ha hecho en las pasadas, es aportar ninguna prueba del lugar exacto de los ataques, la identidad de las personas asesinadas y su relación las supuestas redes de narcotráfico, el lugar de salida y el supuesto lugar de desembarque. Y, tampoco, de la carga de droga que se atribuye a las embarcaciones.
“En cuanto al superviviente”, ha dicho Hegseth, “el Comando Sur de los Estados Unidos (USSOUTHCOM) inició los protocolos estándar de Búsqueda y Rescate (SAR); y las autoridades SAR mexicanas aceptaron el caso y asumieron la responsabilidad de coordinar el rescate”.
“El Departamento ha dedicado más de dos décadas a defender otras patrias”, afirma el secretario de Guerra, “y ahora defendemos la nuestra. Estos narcoterroristas han matado a más estadounidenses que Al-Qaeda, y recibirán el mismo trato. Los rastrearemos y, luego, los cazaremos y los eliminaremos”.
Portaaviones en la zona
Hegseth también ordenó el viernes pasado el envío al Caribe del portaaviones USS Gerald R. Ford, hasta ahora desplegado en el Mediterráneo, con docenas de aviones de combate y buques de guerra de la Armada que acompañan al portaaviones.
El portaaviones se suma a una unidad de helicópteros de élite estadounidense desplegados en las últimas semanas, los Night Stalkers, que han participado en intervenciones estadounidenses en el pasado, desde Granada y Panamá hasta Irak, Afganistán y Somalia.
El presidente estadounidense, Donald Trump, afirmaba este jueves que no tiene previsto acudir al Congreso a pedir una declaración de guerra, si bien él mismo está tratando como un Ejército enemigo a los supuestos integrantes de bandas venezolanas como el Tren de Aragua, catalogadas como organizaciones terroristas internacionales. Su coartada es que con cada ataque se salvan “25.000 vidas estadounidenses” porque se trata de “narcoterroristas que envenenan a los ciudadanos”, por lo que sus ataques preventivos supondrían un acto de autodefensa.
No obstante, en estos días se ha evidenciado las fisuras de la operación estadounidense con la puesta en libertad en Ecuador, un país afín políticamente gobernado por el derechista Daniel Noboa, del superviviente entregado por EEUU tras uno de sus ataques. Es decir, que las víctimas que no son asesinadas bajo sospecha de ser “como Al Qaeda”, en palabras del secretario de Guerra, Pete Hegseth, o “como el ISIS”, en términos de Donald Trump, quedan en libertad sin cargos.
En una entrevista con la CNN, Noboa ha declarado que Ecuador ha pedido al Gobierno estadounidense más información sobre el ataque de la semana pasada, en el que sobrevivió un ciudadano ecuatoriano, Andrés Fernando Tufiño, quien fue repatriado y liberado por la fiscalía ecuatoriana tras no tener ninguna prueba de que hubiera cometido ningún delito. “No hay suficientes pruebas”, ha dicho el presidente ecuatoriano, “de acuerdo con la Constitución ecuatoriana, sobre si cometió o no un delito. Estamos pidiendo a EEUU que nos proporcione la información, la acusación y los detalles para que podamos procesarlo conforme a la legislación ecuatoriana”.
Reclutar al piloto de Maduro para delatar al líder venezolano. Es la investigación que publica este martes The Associated Press: un agente federal le propuso al piloto de Nicolás Maduro desviar el avión del presidente venezolano a un lugar donde las autoridades estadounidenses pudieran atraparlo. A cambio, el piloto se haría millonario.
Según publica la agencia, la conversación entre el agente de EEUU y el piloto fue tensa, si bien le proporcionó al agente, Edwin López, su número de móvil. Durante los siguientes 16 meses, incluso después de retirarse en julio, López persistió, escribiendo al piloto a través de una aplicación de mensajería cifrada.
“Sigo esperando tu respuesta”, escribió López al piloto el 7 de agosto, adjuntando un enlace a un comunicado de prensa del Departamento de Justicia que anunciaba que la recompensa había aumentado a 50 millones de dólares.
Los detalles del plan, finalmente fallido, se extrajeron de entrevistas con tres funcionarios estadounidenses, actuales y anteriores, así como con uno de los opositores de Maduro. Todos hablaron bajo condición de anonimato por no estar autorizados a hablar sobre el plan o por temor a represalias por revelarlo. Associated Press también revisó y verificó los intercambios de texto entre López y el piloto.
Los intentos de localizar al piloto, el general venezolano Bitner Villegas, no tuvieron éxito.
La trama se gestó cuando un informante se presentó en la Embajada de EEUU en República Dominicana el 24 de abril de 2024, durante la presidencia de Joe Biden. El informante afirmó tener información sobre los aviones de Maduro.
López, de 50 años, era entonces agregado en la embajada y agente de Investigaciones de Seguridad Nacional, perteneciente al Departamento de Seguridad Nacional. López dirigía las investigaciones de la agencia sobre redes criminales transnacionales con presencia en el Caribe, tras una trayectoria desmantelando bandas de narcotraficantes, lavadores de dinero y estafadores.
Tras el mensaje de agosto sobre la recompensa de 50 millones de dólares, López envió otro diciendo que “aún quedaba tiempo para ser el héroe de Venezuela y estar del lado correcto de la historia”. Pero no recibió respuesta.
Cuando López presionó sobre lo que habían discutido en República Dominicana, Villegas le dijo: “Los venezolanos somos de otra pasta, lo último que somos es traidores”.
Tras recibir la negativa, el 19 de septiembre pasado EEUU apostó por señalar a Villegas el día de su cumpleaños a través de un tuit de Marshall S. Billingslea, ex enviado presidencial y subsecretario del Tesoro para la Financiación del Terrorismo y ahora miembro del Instituto Hudson.
El 24 de septiembre pasado, el piloto reapareció, con un traje de vuelo de la fuerza aérea, en un programa de televisión muy seguido, presentado por el ministro del Interior, Diosdado Cabello.
Cabello se rió de cualquier insinuación de que el ejército venezolano pudiera ser comprado. Mientras elogiaba la lealtad de Villegas, llamándolo un “patriota inquebrantable y valiente”, el piloto permaneció en silencio, levantando el puño cerrado en señal de lealtad.