España pagará a Irak su deuda del programa Petróleo por Alimentos a cambio de contratos con constructoras españolas

De Petróleo por Alimentos a petróleo por ladrillo español. España pagará una vieja deuda de 11,9 millones de euros por petróleo a cambio de que se invierta íntegramente en empresas españolas para la reconstrucción del país tras la guerra contra ISIS. El nuevo acuerdo ha sido firmado en febrero de 2019, según han confirmado a eldiario.es fuentes del Gobierno.

La historia viene de lejos. España compró petróleo a Irak en los 90 en el marco del programa Petróleo por Alimentos de la ONU, con el que se buscaba que el dinero de aquellos pagos no se usara para fines contrarios a los derechos humanos. El dinero debía usarse obligatoriamente para comprar alimentos y otros bienes de primera necesidad para la población iraquí. Casi tres décadas después, el Gobierno de España ha aceptado pagar los 11,9 millones de euros que faltaban por abonar a Irak, pero modificando el acuerdo: el país árabe tendrá que adjudicar contratos a empresas españolas para la reconstrucción del país.

El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo señala que el pago no se completó en su momento “debido a la evolución de la situación en aquel país”. Desde el final del programa, Irak ha sufrido la invasión estadounidense de 2003, una posterior guerra civil que asoló el país durante años y la aparición y auge de ISIS.

Ambos países firmaron en febrero de 2019 un memorándum de entendimiento, “en virtud del cual, Irak podrá recuperar los fondos remanentes en instituciones financieras españolas del programa Petróleo por Alimentos”, según ha informado el Ministerio de Exteriores. “Por ese conducto, se facilitará la participación de empresas españolas en la reconstrucción del país”, ha añadido.

“Se está a la espera de recibir información de Irak de los sectores prioritarios para este país y que se ajusten a nuestros intereses. Una vez se disponga de esa información, se preparará la difusión entre las empresas españolas”, confirma el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.

Dos años después de la derrota de ISIS, parte del país sigue destruido. Irak afirmó en 2018 que necesitaría 88.200 millones de dólares para reconstruir las ciudades asoladas por la guerra. En Mosul, por ejemplo, las autoridades no quieren que la gente reconstruya sus hogares y abogan por levantar una ciudad desde cero en algunas de las zonas más afectadas.

España y el programa Petróleo por Alimentos

Tras la invasión de Kuwait en agosto de 1990, el Consejo de Seguridad de la ONU impuso sanciones al régimen de Sadam Husein prohibiendo al resto de países importar “todo tipo de mercancías y productos producidos en Irak o Kuwait”.

La invasión de Kuwait desencadenó la Guerra del Golfo (agosto 1990 – febrero 1991) que, junto al efecto de las sanciones, provocó una crisis humanitaria. Para aliviar la situación, el Consejo de Seguridad de la ONU establece en 1995 el programa Petróleo por Alimentos, ofreciendo a Irak la oportunidad de vender una cantidad de petróleo determinada para financiar exclusivamente productos humanitarios.

España firmó un acuerdo con Irak en línea con el programa establecido por la ONU y del que “quedan pendientes por desembolsar 11,9 millones de euros”, señala la web del ICEX, entidad encargada de promover la internacionalización de las empresas españolas. El Ministerio llevaba desde 2013 buscando una operación con la que cerrar favorablemente la ejecución de dicho protocolo.

El programa Petróleo por Alimentos acabó en 2003 con la invasión de EEUU y la caída del régimen de Sadam Husein. En lo que duró el programa, entre diciembre de 1996 y noviembre de 2003, el programa de la ONU generó 46.000 millones de dólares, de los cuales un 72% (31.000 millones) se destinaron a ayuda humanitaria; el 25% (11.500 millones) se dedicó a reparaciones de guerra; el 2,2% a los costes administrativos y operativos de la ONU; y el 0,8% al programa de inspección de armas.

Foco de corrupción

El programa de la ONU acabó siendo un gran foco de corrupción que facilitó el enriquecimiento del régimen de Sadam Husein y su entorno –precisamente el objetivo que intentaba evitar– mediante el pago de comisiones ilegales y el tráfico ilegal de petróleo.

Un informe independiente encargado por la ONU concluyó que más de la mitad de las empresas que participaron en el programa (2.392 de 3.862) pagaron comisiones ilegales, lo que resultó en unos ingresos ilícitos de 1.800 millones de dólares. Se calcula además que el Gobierno de Sadam obtuvo otros 11.000 millones de dólares por el tráfico ilegal de petróleo. El informe acusó incluso al director del programa, Benon Sevan, de cobrar ilegalmente 120.000 euros en sobornos.

Según el informe, 46 de las 87 empresas españolas que participaron en el programa humanitario realizaron pagos irregulares al régimen de Sadam. El monto aproximado de los recargos y sobornos pagados por las empresas españolas para obtener contratos dentro del programa ascendió aproximadamente a 8,64 millones de dólares.