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La Eurocámara aprueba definitivamente el Brexit: Reino Unido dejará la UE el 31 de enero

El presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, sostiene una bufanda con el lema 'siempre juntos' durante la votación de este miércoles en el Parlamento Europeo sobre el acuerdo del Brexit.

Andrés Gil

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Bye, bye, UK. El Reino Unido está a horas de convertirse en un ex miembro de la Unión Europea. Después de un referéndum ganado por los pelos hacer tres años y medio, después de unas negociaciones que se han llevado por delante a Theresa May y su gobierno, después del riesgo de un Brexit caótico, finalmente la UE y Reino Unido alcanzaron un acuerdo el 17 de octubre, ratificado en unas elecciones generales dos meses después y, posteriormente, por el irredento Parlamento británico.

A partir de ahí, había una fecha marcada en el calendario: el 31 de enero, último día de Reino Unido en la Unión Europea. Pero, como paso previo, el Parlamento Europeo debía dar una aprobación final que ha llegado este miércoles, como paso previo a la adopción del acuerdo por parte del Consejo de la UE este jueves. La votación ha sido: 621 votos a favor; 49 en contra y 13 abstenciones.

Aunque se han producido escenas de despedidas tristes entre eurodiputados que dejan su escaño y los que se quedan, lo cierto es que las instituciones estaban deseando que llegara este día, una vez que el Brexit se volvió irreversible.

El voto se produjo pasadas las 18.30 horas en el pleno de la Eurocámara, de forma solemne, y fue sucedido por buena parte del hemiciclo cantando a coro el poema escocés Auld Lang Syne, usado tradicionalmente en Nochevieja para despedir el año, pero también en funerales.

Toda vez que el Brexit se volvió irreversible, lo que querían Bruselas y las capitales comunitarias era acabar con la agonía de las negociaciones, las cumbres, las idas y venidas a cuentas de la frontera irlandesa...

Por fin había un acuerdo y por fin ha pasado todos los trámites parlamentarios.

Eso sí, a partir de ahora no pasa nada, en realidad. En tanto que hay un acuerdo, el 1 de febrero Reino Unido no será miembro de la UE ni tendrá eurodiputados ni comisario europeo, pero a efectos prácticos seguirá dentro del club comunitario mientras dure el periodo de transición en el que las dos partes tienen de margen hasta el 31 de diciembre para alcanzar un acuerdo sobre la relación futura.

Si nadie lo remedia o pospone, esa relación futura arrancará el 1 de enero, por lo que apenas hay 8-9 meses para llegar un acuerdo que luego tendrá que ser traducido y pasar todos los trámites parlamentarios.

Se trata de un acuerdo comercial, fundamentalmente, que reconozca los derechos de los ciudadanos británicos en la UE y viceversa, y que establezca la frontera blanda en Irlanda del Norte y la fluida circulación de mercancías, personas, aviones, etc... Para ello, la UE tiene ejemplos para todos los gustos: Canadá, Noruega, etc...

De momento, el acuerdo de retirada firmado por el primer ministro, Boris Johnson, con la UE y ratificado este miércoles en el Parlamento Europeo, establece un Brexit sin controles en Irlanda del Norte, evita que se levante una frontera física entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda, al tiempo que mantiene la integridad del mercado único europeo: se pacta que Irlanda del Norte permanecerá alineada con ciertas normas del mercado único, pero el Parlamento norirlandés podrá decidir en el futuro si deja de aplicarlo.

Tras la votación, el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, ha afirmado: “Me entristece profundamente pensar que hemos llegado a este punto. (...) cincuenta años de integración no pueden disolverse fácilmente. Tendremos que trabajar duro para construir una nueva relación, centrada en los intereses y la protección de los derechos de los ciudadanos. No será sencillo. Habrá momentos complicados que pondrán a prueba nuestra relación. Ya lo sabíamos desde que comenzó el brexit. Pero estoy seguro de que lograremos superar las diferencias y encontrar un punto de encuentro”.

“Esto no es un adiós, solo es un hasta luego”, ha dicho el portavoz de la Eurocámara para el Brexit, el liberal belga Guy Verhofstadt.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha afirmado que los británicos “siempre serán parte de la familia”. “Sólo en la agonía de la despedida logramos ver la profundidad del amor”, ha dicho Von der Leyen, parafraseando a la escritora británica George Eliot, para después sostener que la UE “siempre” les querrá y “nunca está lejos” de Reino Unido.

A pesar de eso, Von der Leyen ha avisado de que, “cuanto más se comprometa Reino Unido a respetar” las reglas comunitarias “que garantizan la igualdad de condiciones en materia de competencia, más fácil y profundo será su acceso al mercado europeo”.

El líder del Partido del Brexit y eurodiputado desde 1999, Nigel Farage, ha declarado su “odio a la Unión Europea” y ha celebrado la ruptura, al contrario que la verde Molly Scott Cato, que se ha despedido entre lágrimas, o el liberal Martin Horwood, que ha proclamado un “Volveremos” en al menos ocho lenguas.

El acuerdo de retirada será ahora sometido a adopción en el Consejo, que debe respaldarlo por mayoría cualificada este jueves. El periodo transitorio que comienza el 1 de febrero terminará al final de diciembre de 2020, por lo que cualquier acuerdo sobre la relación futura deberá estar listo para entonces si debe entrar en vigor el 1 de enero de 2021.

El periodo transitorio podrá alargarse una vez por un plazo de uno o dos años, pero la decisión debe adoptarse en la Comisión Mixta UE-Reino Unido creada en el acuerdo de salida antes del 1 de julio.

El Parlamento Europeo tendrá que pronunciarse sobre la relación futura. Si el acuerdo alcanzado también afecta a competencias que la UE comparte con los Estados miembros también deberá ser ratificado por los parlamentos de los países.

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