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Estudiantes, turistas y residentes: lo que no va a pasar el 1 de febrero tras el Brexit

Cartel de la fiesta organizada por la campaña Leave Means Leave para celebrar la salida de Reino Unido de la UE.

Javier Biosca Azcoiti

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En Londres, un reloj proyectado en la fachada de Downing Street marcará la cuenta atrás de la entrada en el Brexit el próximo viernes 31 de enero. En Bruselas, operarios de mantenimiento bajarán discretamente las banderas de Reino Unido de las instituciones comunitarias a una hora no determinada para evitar que aquello se convierta en la celebración del fracaso. Por lo demás, todo seguirá prácticamente igual (al menos durante unos meses).

Sí, aunque Reino Unido ya no será un Estado miembro de la UE, hasta el 31 de diciembre de este año podrás viajar, trabajar, estudiar e incluso seguirás gozando del derecho a fijar libremente tu residencia en territorio británico. Todo eso enseñando simplemente el DNI. Hasta esa fecha, Reino Unido entra en un periodo de transición en el que Londres y Bruselas tendrán que negociar un acuerdo sobre la relación futura entre las partes –aunque parezca mentira, lo único que se ha negociado hasta ahora son los términos de la salida del bloque comunitario–.

En cuanto a los estudiantes, “las tasas para aquellos españoles que empiecen una carrera o estudios universitarios en el Reino Unido antes del 31 de diciembre de 2020 se mantendrán como hasta ahora durante toda la duración de sus estudios”, señala la embajada británica. “El Reino Unido va a seguir participando en el programa Erasmus+ hasta el 31 de diciembre de 2020. El Gobierno británico está abierto a mantener su participación, que será parte de las negociaciones sobre la relación futura con la UE”, añade.

“La situación permanecerá sin cambios para los ciudadanos, los consumidores, las empresas, los inversores, los estudiantes y los investigadores, tanto en la UE como en el Reino Unido”, señala la Comisión Europea. “Reino Unido dejará de estar representado en las instituciones, agencias, órganos y oficinas de la Unión Europea, pero el derecho de la UE seguirá aplicándose en Reino Unido hasta el final del periodo transitorio”, añade. Londres pierde voz y voto, pero seguirá cumpliendo las normas.

Sin cambios en la residencia (por ahora)

Reino Unido y la Unión Europea fijaron el periodo de transición cuando acordaron por primera vez las condiciones de la salida de la UE en noviembre de 2018. Entonces, la fecha del Brexit estaba programada para el 29 de marzo y el periodo de transición duraría 21 meses. Las cosas se complicaron y el Brexit se ha retrasado 10 meses, dejando solo 11 de transición mientras las partes negocian la relación futura.

Aunque este periodo es prorrogable, el primer ministro Boris Johnson ha incluido una cláusula en la ley de salida aprobada por el Parlamento británico que prohíbe literalmente al Gobierno aceptar una extensión de la transición.

Resultado: si el 31 de diciembre de este año no vives en Reino Unido, di adiós a tu derecho a fijar allí tu residencia permanente. “La libertad de movimiento se está acabando y todo el que entre en Reino Unido necesitará un documento de inmigración que acredite su estatus. En resumen, los ciudadanos comunitarios que ya viven aquí tendrán derechos diferentes –mejorados– comparado con aquellos que vengan después”, señala el Gobierno en un documento explicativo.

Todos aquellos ciudadanos comunitarios que hayan fijado su residencia en Reino Unido antes de que acabe el periodo de transición podrán mantener sus derechos de residencia y trabajo si así lo solicitan en el programa de asentamiento. La solicitud se puede hacer hasta el 30 de junio de 2021 y Reino Unido dará la residencia permanente a aquellos que lleven más de cinco años viviendo en el país. Para el resto, el permiso será de cinco años más. Cuando cumplan los cinco años, podrán solicitar la permanente. A fecha de diciembre de 2019, ha habido 2,8 millones de solicitudes y solo seis rechazadas por motivos de criminalidad.

Uno de los cambios más notables se dará en las instituciones comunitarias, especialmente en el Parlamento Europeo, donde los 73 eurodiputados británicos abandonarán sus escaños. Su última votación será este miércoles, fecha en la que la Eurocámara tiene que ratificar el acuerdo de salida. “¡Es la última semana de Reino Unido en la UE! ¡Yeah! ¡No puedo esperar a la votación del miércoles!”, afirmaron el lunes los eurodiputados del Brexit Party Martin Daubney y Michael Heaver.

El Brexit Party quería convertir en un acto de celebración la retirada de la bandera del Parlamento, pero no se lo han permitido. Una de esas banderas irá a parar al museo de la UE de Bruselas. Por otro lado, los socialistas europeos han organizado este miércoles una ceremonia de despedida a sus colegas británicos bajo el lema “It’s not a goodbye, it’s au revoir [no es un adiós, es un hasta la vista]

Reino Unido también dejará de tener representación en el Consejo de la UE de ministros y en el Consejo Europeo de jefes de Estado y de Gobierno, cuya próxima reunión, el 20 de febrero, será la primera sin Reino Unido de forma oficial.

Luces, banderas, monedas y poco más

En cualquier caso, este 1 de febrero será una fecha histórica sin grandes consecuencias inmediatas. Por eso el Gobierno de Boris Johnson ha puesto gran atención en lo simbólico. Primero intentó que sonasen las campanas del Big Ben para celebrarlo, pero la famosa torre del reloj está en obras y hacer que suene, según el Parlamento, costaría hasta 500.000 libras, unos 590.000 euros. Una campaña de crowdfunding intentó cumplir el objetivo, pero cuando llevaba más de 200.000 libras, el Parlamento le recordó que no puede aceptar ese tipo de donaciones.

Plan B: Johnson entonces anunció la proyección de un reloj sobre la fachada de Downing Street con una cuenta atrás desde una hora antes del momento clave. La Plaza del Parlamento se llenará de banderas de Reino Unido y los edificios gubernamentales se iluminarán con los colores de la bandera. Johnson tiene programado un discurso a las 22.00 hora local.

También entrará en circulación una moneda de 50 peniques conmemorativa del Brexit con el lema “paz, prosperidad y amistad con todas las naciones”. “El primer ministro será una de las primeras personas en recibir la nueva moneda del Brexit”, señala el Gobierno. Se pondrán en circulación 10 millones de monedas.

Mientras tanto, la campaña Leaves Means Leave ha organizado una fiesta en la Plaza del Parlamento desde las 21.00 hasta las 23.15 hora local, cuando Reino Unido no será ya país miembro de la UE. Varios eurodiputados del Brexit Party no se lo van a perder. Tampoco Nigel Farage, por supuesto.

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