Un activista bielorruso se apuñala en el cuello durante una audiencia en el juzgado tras denunciar amenazas

Sciapan Latypau, activista de la oposición bielorrusa, se ha apuñalado este martes en la garganta con un bolígrafo durante una vista judicial tras afirmar que los investigadores le habían presionado para que se declarara culpable o de lo contrario su familia y amigos serían detenidos.

Las imágenes de Radio Free Europe/Radio Liberty muestran a Latypau, que ha organizado y participado en las protestas contra el presidente Lukashenko, tumbado dentro de una celda de acusados mientras los testigos gritan dentro de una sala del tribunal de Minsk.

El aparente intento de suicidio del martes es la última prueba de la extraordinaria presión ejercida sobre los activistas y los medios de comunicación bielorrusos. Sólo en la última semana, un político de la oposición murió en circunstancias misteriosas en la cárcel y un adolescente investigado por protestar murió tras arrojarse desde un edificio de 16 plantas.

Nasha Niva, un medio de comunicación independiente bielorruso, ha informado de que Latypau se había apuñalado a sí mismo en la garganta con un bolígrafo que cogió de una pila de papeles del tribunal durante una pausa en una vista. Lleva detenido desde septiembre de 2020 por fraude y otros cargos que él ha denunciado que están motivados por razones políticas.

“Si no me declaraba culpable, abrirían causas penales contra mi familia y mis vecinos”, ha señalado Latypau antes de clavarse el bolígrafo y subido a un banco del tribunal. Según señalan otras informaciones, la policía había amenazado a su familia con violencia.

Latypau ha sido sacado inconsciente de la sala con manchas de sangre visibles en el cuello y el pecho. También ha afirmado que estuvo recluido durante casi dos meses en una celda de la prisión donde los reclusos son sometidos a violencia y tortura.

“Este es el resultado del terror estatal, de las represiones y de las torturas en Bielorrusia”, ha señalado Sviatlana Tijanóvskaya, líder de la oposición. “¡Debemos detenerlo inmediatamente!”.

Lukashenko ha sido ampliamente criticado tras desviar un vuelo de Ryanair en el que viajaba Raman Pratasevich, un activista bielorruso que había huido del país en 2019 y que desde entonces vivía en el exilio, y Sofia Sapega, su pareja. Ambos están detenidos

En respuesta, los países europeos vetaron los vuelos de Belavia, la compañía aérea estatal bielorrusa, y también prohibieron a sus propios aviones volar sobre el espacio aéreo bielorruso.

El Gobierno ha publicado normas para impedir que los bielorrusos de a pie salgan del país. Desde esta semana, los bielorrusos deben tener una residencia permanente en un país extranjero para poder salir de Bielorrusia, una medida que el comité estatal de fronteras afirma que se debe a la epidemia de coronavirus. Sin embargo, los activistas creen que es para evitar que los bielorrusos huyan del país en medio de la violenta represión de la disidencia.

Lukashenko se reunió con el líder ruso, Vladimir Putin, a finales de la semana pasada para reforzar el apoyo del principal aliado extranjero de su gobierno. El martes anunció que Bielorrusia abriría pronto vuelos directos con Crimea, un paso hacia el reconocimiento de la anexión rusa de la península ucraniana.

Traducido por Javier Biosca