Netanyahu reconoce que coopera con grupos armados palestinos para desestabilizar Gaza

Lorenzo Tondo

Jerusalén —
6 de junio de 2025 12:10 h

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El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha admitido que su Gobierno apoya a grupos armados en Gaza que, según él, se oponen a Hamás, pero ha sido atacado porque miembros de esos clanes criminales han saqueado supuestamente ayuda humanitaria y tienen vínculos con organizaciones yihadistas.

En un vídeo publicado en las redes sociales a última hora del jueves, Netanyahu admitió que su Gobierno ha “activado clanes que se oponen a Hamás”, con base en la recomendación de “responsables de seguridad”. “Esto sólo salva las vidas de soldados israelíes, y publicarlo sólo beneficia a Hamás”, afirmó.

La Oficina del primer ministro había señalado previamente que “está trabajando para derrotar a Hamás a través de diversos medios, basándose en las recomendaciones de todos los jefes del aparato de seguridad”.

Las admisiones de Netanyahu llegan después de que algunos medios de comunicación israelíes apuntaran a que el Ejecutivo ha armado a una milicia palestina dirigida por Yasser Abu Shabab, residente en Rafah y perteneciente a una familia beduina, conocido localmente por su implicación en actividades delictivas y el saqueo de ayuda humanitaria, y que se sospecha que tiene vínculos con organizaciones extremistas.

El grupo de Abu Shabab, que se autodenomina “Servicio Antiterrorista”, está formado por un centenar de hombres armados que operan en el este de Rafah con la aprobación tácita de las fuerzas israelíes. El periódico The Times of Israel cita fuentes de defensa que afirman que Israel proporcionó a los miembros de la facción de Abu Shabab fusiles de asalto Kalashnikov, incluidas algunas armas incautadas a Hamás. La operación fue aprobada por el gabinete de seguridad de Israel y el primer ministro, informa el diario, señalando que su artículo fue aprobado para su publicación por el censor militar de Israel.

El exministro de Defensa y diputado de la oposición Avigdor Lieberman se ha hecho eco de las acusaciones y ha alegado que el grupo de Abu Shabab estaba afiliado al grupo terrorista Estado Islámico. “El Gobierno israelí está dando armas a un grupo de criminales y delincuentes, identificados con el Estado Islámico, por orden del primer ministro”, ha dicho Lieberman, que lidera el partido opositor Yisrael Beiteinu, a la radio pública Kan. “Que yo sepa, esto no pasó por la aprobación del gabinete”.

La base de la acusación de Lieberman de vínculos con el EI no está clara. El grupo de Abu Shabab ha sido acusado anteriormente de participar en operaciones de contrabando vinculadas a grupos yihadistas egipcios, que se encuentran al otro lado de la frontera de Rafah.

Una fuente de seguridad ha declarado al medio israelí Ynet que el armamento de Abu Shabab fue aprobado y dirigido por el servicio de seguridad interna de Israel, Shin Bet, y ha afirmado que la operación fue “planificada y dirigida”, con el objetivo de “reducir las bajas militares israelíes al tiempo que se socava sistemáticamente a Hamás mediante ataques selectivos, la destrucción de infraestructuras y la promoción de fuerzas locales rivales”.

Las FDI no han respondido inmediatamente a una solicitud de The Guardian para dar su versión.

Los partidos de la oposición en Israel ha criticado la iniciativa del Gobierno. En una publicación en X, Yair Golan, líder de los demócratas en la Knéset, afirmó que “Netanyahu es una amenaza para la seguridad nacional de Israel”. “En lugar de lograr un acuerdo… traer a los rehenes a casa y brindar seguridad a los ciudadanos israelíes, está creando una nueva bomba de relojería en Gaza”, lamentó, en referencia a los 56 rehenes que permanecen secuestrados en la Franja desde el 7 de octubre de 2023.

Colaboración con las tropas israelíes

La colaboración de Abu Shabab con las tropas israelíes fue confirmada la semana pasada a través de varios videos que circularon en las redes sociales en Gaza, en los que se veía al hombre operando junto a soldados israelíes en áreas controladas por las FDI.

Los vínculos de Abu Shabab con las fuerzas israelíes fueron confirmados por su familia, que emitió un comunicado la semana pasada repudiándolo formalmente. “A nosotros, como a todo el mundo, nos sorprendieron los vídeos difundidos por la resistencia que mostraban la implicación de los grupos de Yasser en un peligroso entramado de seguridad, hasta el punto de operar en unidades encubiertas y apoyar a las fuerzas de ocupación sionistas, que están matando brutalmente a nuestro pueblo”, decía el comunicado. “Afirmamos que no aceptaremos el regreso de Yasser a la familia. No tenemos ninguna objeción a que quienes le rodean le liquiden inmediatamente”.

En varias publicaciones en Facebook, citadas por medios locales, Abu Shabab negó las acusaciones y dijo que tomaba los productos sólo para alimentarse a sí mismo y a su familia.

El 28 de mayo, Jonathan Whittall, jefe de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en los territorios palestinos ocupados, dijo: “Israel ha afirmado públicamente que la ayuda de la ONU y de las ONG está siendo desviada por Hamás. Pero esto no se sostiene. El verdadero robo de ayuda desde el comienzo de la guerra lo han llevado a cabo bandas criminales, bajo la vigilancia de las fuerzas israelíes, y se les permitió operar en las proximidades del paso fronterizo [israelí] de Kerem Shalom con Gaza”.

Cuando The Guardian se puso en contacto con él, Whittall confirmó que “se refería a bandas como Abu Shabab”.

El miércoles, un sindicato que representa a los camioneros de Gaza declaró que interrumpía el transporte de ayuda dentro de la Franja tras un incidente en el que varios camioneros murieron por disparos de hombres armados. La Asociación de Transporte Privado dijo que convocaba la huelga en respuesta a un incidente en el que un convoy de camiones que transportaba ayuda humanitaria fue atacado por hombres armados en el centro de Gaza. “Este crimen no es el primero de este tipo, pero es con diferencia el más grave de una serie de asaltos recurrentes cuyo objetivo es obstruir las operaciones de ayuda e impedir que la ayuda vital llegue a cientos de miles de civiles que se enfrentan a condiciones humanitarias terribles”, señala el comunicado.

Jihad Sleem, vicepresidente de la Asociación de Transporte Especial, que perdió a un pariente, Mohammed al Assar, en el ataque, dice que no sabe quiénes fueron los pistoleros. Preguntado acerca de si sospecha que Abu Shabab está detrás de los asesinatos, responde: “No me sorprendería que estuviera implicado en estos ataques. Es un gángster”.

Mientras, la denominada Fundación Humanitaria de Gaza, gestinada por Estados Unidos, ha anunciado este viernes que todos sus sitios de distribución de ayuda en el enclave permanecen cerrados y que anunciará la fecha de reapertura más adelante, instando a los residentes a mantenerse alejados de estos sitios “por su seguridad”.

Jamal Risheq ha contribuido a este reportaje. Texto traducido y actualizado por elDiario.es