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The Guardian en español

Las ONG presionan a la ONU para que vuelva a condenar a Arabia Saudí por el trato a menores en los conflictos

En Yemen, más de 4.000 menores han muerto o resultado heridos y otros 2,2 millones menores de cinco años sufren malnutrición aguda.

Rebecca Ratcliffe

Las ONG han instado a la ONU a nombrar y a poner en evidencia la coalición liderada por Arabia Saudí por las violaciones de los derechos de los menores en Yemen. Un estudio revela que más de 120 menores murieron o quedaron mutilados el año pasado por los bombardeos aéreos de esta coalición.

Un informe de Save the Children y Watchlist on Children and Armed Conflict sostiene que la coalición ha cometido “serias violaciones contra los menores” en una serie de 23 ataques en 2016. En todos estos casos, la alianza ha bombardeado hospitales o escuelas y ha matado o herido a menores.

Los activistas quieren que la ONU resalte las acciones de la coalición liderada por Arabia Saudí en su informe anual sobre violaciones de los derechos de los menores en conflictos, el cual se publicará el mes que viene. El informe crea una lista negra de Estados y grupos que han cometido violaciones contra los menores tales como su alistamiento, secuestro, abuso sexual, ataques a escuelas y hospitales y acciones que les han mutilado o que incluso han acabado con su vida.

El año pasado, Arabia Saudí apareció en la lista, pero fue sacado tan solo unos días después, tras las airadas protestas de Riad. El informe de la ONU había afirmado que la coalición era responsable del 60% de las muertes y menores heridos en Yemen en 2015, una estimación que Arabia Saudí afirmó que estaba “extremadamente exagerada”. El posterior giro de 180 grados adoptado por Naciones Unidas fue criticado por los grupos de derechos humanos, que acusaron a la organización internacional de ceder ante la presión política.

Save the Children ha advertido que la ONU sentará un peligroso precedente en los conflictos de todo el mundo si no incluye a la coalición liderada por Arabia Saudí en la lista de este año.

“Si no hay rendición de cuentas, si los grupos que están combatiendo piensan que pueden utilizar su influencia política y si son lo suficientemente ricos y poderosos, entonces pueden salirse con la suya matando e hiriendo a menores o bombardeando escuelas y hospitales. Ello sienta un peligroso precedente no solo en Yemen, sino también en los conflictos de todo el mundo”, explica Caroline Anning, destacada asesora legal en asuntos humanitarios y de conflictos para Save the Children.

Más de 4.000 menores muertos o heridos

La coalición liderada por Arabia Saudí lanzó una operación militar en defensa del presidente de Yemen, Abd Rabdu Mansour Hadi en marzo de 2015 después de que los rebeldes huzíes apoyados por Irán tomasen el control de la capital, Saná, y muchas otras partes del país. Desde entonces, el conflicto se ha convertido en la peor crisis humanitaria del mundo.

Más de 4.000 menores han muerto o resultado heridos y otros 2,2 millones menores de cinco años sufren malnutrición aguda. Una creciente epidemia de cólera también afecta a más de 118.000 menores.

“[Los menores] se enfrentan a amenazas por todos lados. Desde el cielo sufren la amenaza de los bombardeos, que son continuos. Solo en las últimas semanas hemos visto cómo las bombas caían sobre mercados donde muchos civiles han muerto”, denuncia Anning.

“Un inmenso número de menores está al borde de la inanición. Los bombardeos han contribuido al colapso del sistema sanitario, hay muchos menores que no pueden recibir atención sanitaria, hay una epidemia de cólera masiva expandiéndose por todo el país y millones de niños no pueden ir a la escuela”, añade la experta legal de Save the Children.

Uno de los ataques de la coalición más mortíferos para los menores del año pasado fue un bombardeo en febrero sobre un mercado en el distrito de Mastaba, que mató a 25 menores e hirió a cuatro. En agosto, el ataque a una escuela en la provincia de Saada se cobró la vida de 10 menores.

El alcance de algunos de los bombardeos hizo imposible determinar cuántos menores había entre los muertos. En octubre, el bombardeo de un funeral en Saná mató a 100 personas e hirió a 500. El número de menores de edad muertos en este ataque se desconoce. Zuhair, un chico de 13 años, fue uno de los heridos. Sufrió graves quemaduras en el ataque y se sigue despertando por las noches gritando.

“Vi gente tirada por el suelo. Estaban muertos. Vi cuerpos por la mitad. Mi ropa estaba quemada, mis manos, mis piernas y mi cara, también. Estaba completamente quemado”, explicó Zuhair al personal de Save the Children.

Su familia se había empobrecido tanto por los dos años de guerra que se vieron obligados a utilizar cremas y extracto de tomate para curar las heridas en lugar de buscar tratamiento médico. “Ahora grita cuando duerme”, cuenta su madre. “Puede estar dormido y con los ojos cerrados, pero grita mucho y dice cosas que te asustan: 'mamá, el misil va a caer. Mamá, cuida de mis hermanas. Mamá, agárrame. Mamá, por favor haz algo'. Ha cambiado mucho”, añade.

La semana pasada los activistas perdieron en los tribunales un caso abierto para intentar frenar la venta de armas británicas a Arabia Saudí por preocupaciones humanitarias. Las organizaciones sin ánimo de lucro afirman que la inclusión de Arabia Saudí en la lista negra de la ONU complicaría a EEUU y Reino Unido seguir proporcionando armas y apoyo diplomático a la monarquía absoluta.

“Puede que el Gobierno haya ganado el caso, pero moralmente está claro: la coalición liderada por Arabia Saudí está matando a menores y Reino Unido está entregando armas a Arabia Saudí”, denuncia George Graham, director de política humanitaria y de conflictos de Save the Children.

Traducido por Javier Biosca Azcoiti

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