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Quiénes son los ultras republicanos que han bloqueado con su rebelión el Congreso de EEUU

Kevin McCarthy, candidato republicano a presidir la Cámara de Representantes

The Guardian

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Una veintena de miembros del ala más dura del Partido Republicano ha desencadenado un bloqueo en la política estadounidense con su decisión de torpedear la elección del candidato de la formación, Kevin McCarthy, como presidente de la Cámara de Representantes durante más de una decena de votaciones.

La ausencia de un presidente o speaker impide a la Cámara Baja del Congreso de EEUU llevar a cabo sus funciones, entre ellas, la supervisión de la seguridad nacional, el control de las actividades del Gobierno o la aprobación de nuevas leyes, con lo que la rebelión supone un bloqueo de toda actividad legislativa. La crisis supone, además, la constatación de las crecientes tensiones internas en el Partido Republicano.

Varios de los congresistas que han tumbado las votaciones para elegir a McCarthy son integrantes del Fredom Caucus, un grupo que reúne a los integrantes del ala más radical de la Cámara Baja de EEUU.

Scott Perry, representante por Pensilvania, es el líder del Freedom Caucus. Jugó un papel clave en el intento de Donald Trump de anular los resultados de las elecciones presidenciales de 2020 –en las que se impuso Joe Biden– con el intento de nombrar un Fiscal General interino, según las conclusiones del Comité de Investigación parlamentario sobre ese episodio.

Perry es el único miembro del grupo ultra que representa a un estado situado por encima de la llamada línea Mason-Dixon, la franja que separa el sur de Estados Unidos del norte.

El resto del grupo está dominado por congresistas del sur –mayoritariamente de Texas, Florida o Arizona–, que han sido elegidos en distritos que votaron de manera contundente a favor de Trump en las elecciones de 2020. De hecho, la mayor parte de ellos fueron respaldados por el expresidente en sus carreras electorales para los comicios de medio mandato del pasado noviembre.

El también integrante del Freedom Caucus Byron Donalds, que afronta su segundo mandato en la Cámara de Representantes, ha emergido como uno de los líderes del grupo después de lograr una veintena de apoyos rebeldes en las sucesivas rondas de votaciones para hacerse con la presidencia de la Cámara.

Donalds es uno de los solo cuatro representantes negros del Partido Republicano en la Cámara Baja. Aunque es representante electo por Florida, Donalds nació en Brooklyn, Nueva York, y a lo largo de su carrera política ha hecho bandera de su capacidad para superar adversidades.

Chip Roy, representante por Texas, ha negociado con el equipo de McCarthy en los últimos días y, a diferencia de otros miembros del Freedom Caucus, ha expresado su deseo de llegar a un acuerdo que permita superar el bloqueo.

Roy es ampliamente conocido en el Congreso por sus mociones obstruccionistas basadas en cuestiones procedimentales y ha expresado en numerosas ocasiones su rechazo a las reglas de funcionamiento de la Cámara. A diferencia también de otros integrantes de la rebelión ultra, este diputado se mostró crítico con Trump y otros miembros del Partido Republicano por su gestión del asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.

Aliados de Trump, pero dejan de obedecerle

Pese a su cercanía ideológica, los integrantes de este grupo de congresistas ultras no parecen sentirse en deuda con Trump. De hecho, el porcentaje de votos de McCarthy en las sucesivas rondas de votaciones para hacerse con el liderazgo de la Cámara descendió después de que el expresidente le expresara su apoyo tras el primer día de bloqueo.

Mientras algunos de estos republicanos se oponen a McCarthy porque consideran que constituye un obstáculo para el avance de la agenda más ultraderechista y que será un débil rival para las políticas del presidente demócrata, Joe Biden, la oposición de algunos de ellos parece basarse en cuestiones de tipo personal, al margen de las políticas que adopte.

Varios 'Never Kevins' [nunca-Kevin McCarthy], en particular el polémico Matt Gaetz de Florida, Andy Biggs de Arizona y Lauren Boebert, han dejado claro que en ningún caso apoyarán al representante por California en su intento de hacerse con la presidencia de la Cámara de Representantes.

La ultracatólica Lauren Boebert, de 35 años, que representa a un distrito en expansión en el oeste de Colorado, es ampliamente conocida por sus tácticas de confrontación y su defensa radical del derecho a portar armas. Boebert ha expresado su apoyo a QAnon, la delirante teoría conspirativa que sostiene que una élite secreta, pedófila y satánica de izquierdas gobierna las instituciones globales.

Con todo, esta congresista de Colorado es una de las republicanas de la Cámara de Representantes que más fondos recauda. Logró siete millones de dólares para sufragar su candidatura a la reelección, que logró en otoño por un estrechísimo margen de 500 votos.

Andy Biggs, por su parte, afirmaba antes del inicio de las votaciones en una entrevista con el ideólogo ultra y exasesor de Trump Steve Bannon que McCarthy era el representante de una moderna forma de hacer política carente de principios. “Un presidente de la Cámara de Representantes como McCarthy pondría a nuestro país en último lugar”.

Este representante por Arizona fue uno de los legisladores que jalearon de manera más agresiva las afirmaciones falsas de Trump sobre su derrota electoral en los comicios del año 2020.

Matt Gaetz es uno de los más destacados oponentes a la candidatura de McCarthy. También se opone radicalmente a las medidas de control de armas y es un estrecho aliado de Donald Trump, hasta el punto de votar por él como candidato a presidir la Cámara de Representantes durante estos días de caos y bloqueo en el Congreso.

Hijo de un prominente republicano de Florida, ha repetido falsamente que el asalto al Capitolio de enero de 2021 fue instigado por radicales de izquierdas. Como Boebert, es uno de los republicanos que más fondos ha recaudado para su reelección. En su caso, seis millones de dólares.

'Libertarios' radicales y negacionistas de la derrota de Trump

Más de la mitad del grupo rebelde que ha bloqueado el Congreso en los últimos días ha rechazado de forma explícita los resultados de las últimas elecciones presidenciales, amplificando las falsas afirmaciones de Trump de que aquellos comicios fueron manipulados. Es, en cualquier caso, un reflejo de la nueva composición de la mayoría republicana de la Cámara de Representantes, que ya había rechazado en sus dos terceras partes certificar los resultados de 2020.

Algunos de los integrantes de la rebelión ultra son recién llegados, pero la mayoría se ganó sus galones como integrantes del movimiento ultraconservador Tea Party que se enfrentó a Barack Obama a partir del año 2010.

Además de su defensa radical de una austeridad fiscal extrema, este grupo tiene su origen en una forma del llamado “libertarismo” que rechaza lo que consideran 'business as usual' del Congreso estadounidense y se enorgullece de producir agentes del caos capaces de interrumpir desde posiciones minoritarias cualquier posibilidad de acuerdo entre lo que consideran la élite política, incluso dentro de su propio partido.

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