Cada uno tiene su agenda. Pero, de momento, han enterrado el hacha de guerra comercial y parecen transitar de los acuerdos comerciales a los geopolíticos. Para ello, Donald Trump ha aceptado viajar a China el próximo abril, y ha invitado a Xi a que visite EEUU.
“Acabo de tener una conversación telefónica muy productiva con el presidente Xi”, ha dicho Trump en Truth Social: “Hemos hablado de muchos temas, incluyendo Ucrania/Rusia, el fentanilo, la soja y otros productos agrícolas. Hemos cerrado un importantísimo acuerdo para nuestros grandes agricultores, y la situación mejorará. ¡Nuestra relación con China es extremadamente sólida!”
Según el presidente de EEUU, la llamada fue una continuación de la “exitosa reunión en Corea del Sur hace tres semanas. Desde entonces, ambas partes hemos logrado avances significativos para mantener nuestros acuerdos. Ahora podemos centrarnos en el panorama general. Con ese fin, el presidente Xi me invitó a visitar Pekín en abril, invitación que acepté, y yo le correspondí invitándolo a una visita de Estado a Estados Unidos más adelante. Acordamos que es importante que nos comuniquemos con frecuencia, algo que espero con interés”.
Xi, por su parte, defendió en la conversación con Trump que el regreso de Taiwán a China es una “parte importante” del orden internacional tras la Segunda Guerra Mundial, según recoge este lunes la agencia estatal china Xinhua y cita Efe.
Según recoge Xinhua, el presidente chino enfatizó en la conversación que China y Estados Unidos lucharon antaño “codo con codo” contra el “fascismo y militarismo”. Añadió que, en la actualidad, ambas partes deben “salvaguarda conjuntamente los victoriosos resultados” de la Segunda Guerra Mundial.
Las autoridades de Pekín consideran a Taiwán como una “parte inalienable” del territorio chino y no han descartado el uso de la fuerza para concretar la “reunificación” de la isla y el continente, uno de los objetivos a largo plazo trazados por Xi tras su llegada al poder en 2012, informa Efe.
Estados Unidos es el principal suministrador de armas a Taipéi y, si bien no mantiene vínculos diplomáticos con la isla, podría defenderla en caso de conflicto con Pekín.