Alas bajo el agua: Luis María Díez y Leví Esteban promueven el buceo inclusivo
La silla de ruedas no ha sido un impedimento para Luis María Díez Picazo que, tras lograr obtener las titulaciones de buceo, consiguió cinco medallas en la primera copa de Fotografía Subacuática Inclusiva, celebrada en Yaiza, Lanzarote, del 12 al 14 de octubre. Su asistente, Leví Esteban, obtuvo la medalla de oro como mejor asistente.
Tras once años buceando, Díez Picazo se aficionó a la fotografía subacuática hace cuatro años en Valencia. “Cuando me dijeron si me apetecía ir a la primera copa inclusiva de fotografía subacuática no me lo pensé y la verdad que estoy muy contento”, cuenta. Y es que, capturar todo un mundo de color y vida bajo el agua resulta apasionante. Entre los lugares preferidos de este buceador figura es la Isla de Mouro, en Santander, la Isla de Benidorm y Ceuta, pues es ahí dónde confluyen las características del Mediterráneo y del Atlántico. “Esto hace que haya corrientes y que sea un paso de vida de especies migratorias y vida grande, el lecho marino tiene muchísimo color y vida pequeña”, describe. “Es como ir por montaña, con muchísima vida y vegetación, pero debajo del agua”.
“Cuando comencé no había instructores ni asistentes, aquí en Logroño se han volcado con formar asistentes, en Valencia también, en Santander también conozco dos o tres instructores, cada vez hay más”, cuenta el buceador. “Me quedé sorprendido en Canarias, porque en la península conozco a cuatro personas en silla que buceen y ahí salieron siete participantes”. “Cuando sales del agua ya no es una competición, ya son amigos, gente que conoces y que comienzas a apreciar, gente con discapacidad, como tú, que está en el agua y te cuenta sus vivencias, asistentes, voluntarios... formas una pequeña familia y que yo pueda estar allá es el trabajo de muchísima gente”.
Una vez que pase el invierno, volverá al Cantábrico para seguir trasteando con la cámara y el año que viene volver al concurso y y hacerlo “mejor, o por lo menos igual”.
En 2019, tras leer la historia de Díez Picazo en la prensa, el buceador Leví Esteban se puso en contacto para comunicarle que deseaba impulsar en La Rioja un programa de buceo inclusivo. “Hay a gente que esto le aporta muchísima ilusión, que le motiva” , cuenta este buceador y Policía Local, distinguido por el Ayuntamiento de Logroño.
El lugar de las sesiones varía, desde las instalaciones de Adarraga, cuando son actividades pertenecientes a la Federación Riojana, hasta Las Norias, cuando se trata de actividades en colaboración con el Ayuntamiento de Logroño. El pasado fin de semana, participaron doce personas, como indica el buceador, con diferentes enfermedades “como autismo, paraplejia, una enfermedad neurológica...”. A día de hoy, estas actividades se realizan de manera altruista, a un precio simbólico. “Cualquier clase de buceo entre 50 y 80 euros no baja, porque necesitas un instructor y un asistente, mínimo, nosotros queremos fomentar esto, que se vea, que la gente se pueda animar y, a lo mejor, si llegamos a más personas pedir que el Ayuntamiento o el Gobierno de La Rioja pueda meterlo en una terapia”.
Entre los beneficios de esta práctica para las personas con problemas de movilidad, Esteban señala que “en el agua los va a poder disimular”. “Va a mover músculos que en tierra no, porque ese mismo agua te ofrece una resistencia y mejora bastante los músculos que no puedes mover de manera normal”. “Tampoco tienen miedo a caerse, porque están en el agua, se ejercita de otra manera”. Tampoco olvida el factor psicológico: “El autoestima se les sube, les anima mucho”. Su compañero, Díez Picazo asiste a alguna de estas sesiones para mostrar su técnica y animar a perder el miedo al agua. “Cuesta un poquito,si es gente que tiene alguna discapacidad o movilidad reducida el miedo se agrava un poco más, pero creo que si ves a alguien que lo hace en condiciones parecidas, se te quita un poquito más el miedo”, anima.
Así, en estas actividades, sus monitores se van adaptando al tipo de discapacidad. Al respecto, Leví Esteban ejemplifica que con las personas invidentes utilizan para comunicarse en el agua códigos basados en el tacto en el que van ejerciendo diferentes presiones. “Eres su pareja en el agua, tienes que conocerle y saber qué necesita”, explica.
Como asistente de Luis María Díez Picazo, al que llama Pika, en el concurso fotográfico Esteban le proporcionó apoyo para mantenerse en el agua mientras realizaba una fotografía, sujetándole desde la botella, para hacer frente a las corrientes o quitar el equipamento, como enumera. “Como experiencia es la más bonita que he tenido con diferencia”, cuenta este asistente en referencia al torneo en fotográfico en Canarias.
“La medalla que más ilusión me hizo, y siempre lo diré, es la de Levi”, agradece su compañero. “Es una persona que se ha desvivido, no solo conmigo, sino con los demás compañeros, creo que su medalla está muy bien merecida”.
(Fotografías realizadas por Luis María Díez en el torneo)
Ambos agradecen a la Federación de Actividades Subacuáticas de Canarias (FEDECAS) por la organización del evento, así como al Ayuntamiento de Yaiza.
“Que un grupo de personas se involucre para que nosotros podamos seguir con nuestra pasión y que, encima, podamos entrar en una competición se agradece el trabajo que hay detrás”, expresa Luis María Díez Picazo. “No es un logro nuestro, sino de toda la gente que hay detrás, que no se les ve”.
Esteban recalca que, cuando hablan de inclusividad, quieren extender sus sesiones de buceo en práctica más allá de las personas discapacitadas y ayudar a personas vulnerables o en riesgo de exclusión social.
El buceo en La Rioja, tiene más adeptos “de los que se podía pensar”, en el Club Riojano de Actividades Subacuáticas son cerca de cien socios, a los que habría que sumar las personas que han realizado con ellos un curso como instructor de buceo, “todos los años son unos quince o veinte mínimo y llevamos treinta años”. Además, existen otros clubs de buceo en Logroño o Calahorra.
También realizan cursos de inmersión en el agua dirigidos a la infancia. “Al principio les da una sensación un poco extraña el ponerse el regulador y respirar por la boca, sobretodo les cuesta el respirar por la boca, porque toda la vida nos han dicho que no lo hagamos, que respiremos por la nariz”, explica. Eso sí, matiza, una vez cogen el tranquillo. “Tienen una facilidad espectacular, ellos interiorizan en un minuto, a los mayores nos cuesta más”.
Las próximas sesiones de buceo inclusivo tendrán lugar en las siguientes fechas, todas ellas de 12:00 a 14:00 en Las Gaunas:
19 y 20 de noviembre. 11 y 12 de febrero. 18 y 19 de marzo. 22 y 23 de abril. 6 y 7 de mayo
Las personas interesadas pueden apuntarse poniéndose en contacto con el CRAS, Club Riojano Actividades Subacuáticas, tanto vía email, crasbuceo@gmail.com o bien en el teléfono que aparece de contacto en la web www.crasbuceo.com
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