Arizona despierta el rechazo mexicano
La relación entre Estados Unidos y México siempre ha estado marcada por fenómenos: el narcotráfico y la inmigración. La política común de los dos países ha sido luchar contra el tráfico de drogas y los poderosos cárteles que asolan con su violencia, especialmente, las ciudades fronterizas y, por otro lado, lograr una inmigración regulada.
Sin embargo, la última decisión tomada por la gobernadora estadounidense de Arizona, Jan Brewer, de sancionar la ley que facilita la detención y expulsión de inmigrantes en su estado ha generado duras críticas en ambos lados de la frontera, creando un punto de desencuentro en esta lucha conjunta.
Además de las numerosas críticas por parte de políticos mexicanos y estadounidenses, esta ley (cuyos promotores defienden como una solución al incremento de la inseguridad en las regiones fronterizas de Arizona, de la que culpan a inmigrantes sin papeles mexicanos) amenaza con desatar una ola de boicots contra este estado.
Así, la Asociación Americana de Abogados de Inmigración ha asegurado que cancelará la convención nacional que iba a celebrar este otoño en Arizona por la aprobación de esta polémica ley, que permite, por ejemplo, que la Policía detenga e inicie los trámites de expulsión de todos los extranjeros que no puedan acreditar que se hallan en EEUU de forma legal.
Por otro lado, numerosos camioneros independientes de origen hispano acordaron que no iban a trasladar ni recoger cargas desde y hacia Arizona en protesta por la legislación aprobada. Esta medida podría tener un gran impacto en la medida de que en torno al 40% de las exportaciones mexicanas de frutas y verduras hacia Estados Unidos pasan por la ciudad fronteriza de Nogales, situada en Arizona, informa el diario mexicano El Universal.
Por su parte, dos asociaciones de estadounidenses de origen hispano preparan medidas legales contra la legislación, que en su opinión vulnera los derechos fundamentales.
Así, el Fondo Mexicano-Estadounidense de Defensa Legal y Educación (Madelf, en sus siglas en inglés), afirmó en un comunicado que presentará una querella contra la ley porque en su opinión “lanza a Arizona en una espiral de temor, desconfianza en las comunidades, creciente criminalidad y litigios costosos, con repercusiones para todo el país”.
Por otro lado, William Sánchez, presidente de la Coalición Nacional del Clero Latino y el Fondo de Dirigentes Cristianos para la Defensa Legal, un grupo que representa a unas 30.000 iglesias evangélicas en todo el país y al que pertenecen 300 pastores de Arizona, afirmó que también actuaría legalmente contra una ley que ha provocado que “millones de latinos” en todo Estados Unidos estén “conmocionados”.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó en referencia sobre la ley aprobada en Arizona que estaba “mal encaminada”.
En lo que respecta a México, esta legislación ha provocado desde el momento de su sanción la crítica unánime de su clase política. Este rechazo, además, se traducirá en una declaración de protesta que esta semana aprobará el Congreso mexicano, según informó el senador Santiago Creel.
Discrepancias en la lucha contra el narcotráfico
Por otro lado, el secretario de Gobernación mexicano, Fernando Gómez Mont, ha rechazado la propuesta lanzada por el ex presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, que propuso la creación para México de un operativo similar al 'Plan Colombia', un acuerdo bilateral entre Washington y Bogotá para la lucha contra el narcotráfico y para el desarrollo económico del país andino que hace especial hincapié en la colaboración militar.
Gómez Mont aseguró que sólo los mexicanos son responsables de diseñar sus estrategias en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado, y aseguró que en vez de ofrecer este tipo de cooperación, Estados Unidos debería sentir “vergüenza” por ser el mayor consumidor de drogas del mundo.
“Somos un Estado soberano, cuya soberanía está fincada en nuestra capacidad por asumir la responsabilidad de nuestro propio destino”, afirmó Gómez Mont en declaraciones recogidas por la agencia estatal Notimex.
El pasado sábado, Clinton, presidente de Estados Unidos entre 1993 y 1997, afirmó que era necesario el establecimiento en México de un plan integral “que fuera más allá de la ayuda a México para que se defienda mejor”, en referencia al acuerdo ya citado que existe entre Estados Unidos y Colombia.
El mandatario, sin embargo, resaltó las grandes diferencias que existen entre México y Colombia,
por lo que afirmó que este hipotético mecanismo de cooperación habría de ser muy diferente al que ya existe. Por otro lado, Clinton recalcó en todo momento que este 'Plan México' habría de desarrollarse respetando escrupulosamente la soberanía del país azteca.
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