Café y embarazo
Dosis elevadas de cafeína durante el embarazo, ya procedan del café, el té, refrescos o chocolate caliente, pueden llegar a duplicar el riesgo de aborto espontáneo, según un estudio de la División de Investigación de Kaiser Permanente en Oakland (Estados Unidos) que se publica en la edición digital de la revista 'American Journal of Obstetrics and Gynecology'.
Estudios anteriores mostraban un vínculo entre cafeína y aborto, pero esta es la primera investigación que tiene en cuenta las nauseas matinales que suelen evitar que muchas embarazadas tomen café.
Los investigadores examinaron el efecto de la cafeína en 1.063 embarazadas de San Francisco entre 1996 y 1998. Estas mujeres informaron sobre su consumo de bebidas con cafeína así como el tipo de ellas, cuándo tomaban la primera, la frecuencia y la cantidad de consumo, así como si cambiaron sus patrones de consumo durante el embarazo. Las fuentes de cafeína incluían café, té, refrescos y chocolate a la taza.
Aquellas mujeres que consumían 200 miligramos o más de cafeína al día, dos o más tazas de café o unas cinco latas de refresco con cafeína, tenían dos veces más riesgo de aborto que las mujeres que no tomaban cafeína. Las mujeres que consumían menos de esta cantidad de cafeína al día tenían un 40 por ciento más de riesgo de aborto espontáneo.
Según los autores, el mayor riesgo de aborto parecía estar debido por la cafeína en sí misma, en vez de por otros componentes químicos del café, ya que el consumo de cafeína en personas que no tomaban café como refrescos, té y chocolate a la taza mostraban un aumento similar del riesgo.
Los expertos sospechan sobre la posibilidad de que la cafeína dañe al feto desde hace algún tiempo. La cafeína cruza la placenta y alcanza al feto, que no puede digerirla bien porque su sistema metabólico aún no está desarrollado por completo. La cafeína también podría influir en el desarrollo celular y disminuir el flujo de sangre a la placenta, lo que podría conducir a un efecto perjudicial para el desarrollo fetal.
Según explica De-Kun Li, director del estudio, “el principal mensaje para las mujeres que se deriva de estos descubrimientos es que deberían considerar el dejar de consumir cafeína durante el embarazo, ya que la investigación proporciona las evidencias más claras y fuertes sobre que las dosis altas de consumo de cafeína durante el embarazo pueden aumentar el riesgo de aborto”.
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