Capellán tuvo su festín

Capellán, el delantero de Hervías, jugaba su último partido con Aspe, y la afición acudió en masa desde el inicio del primer partido para despedirle como es debido. El riojano ganó 22-13, y tuvo su mejor racha en la primera parte del encunetro. Pero fue en el último saque cuando se desbordaron las emociones.

Posteriormente se le entregó la bandera de La Rioja con las dedicatorias de los aficionados, una placa conmemorativa.

Joaquín Plaza y Titín le regalaron un perro con un cartel que colgaba de su cuello con el nombre de 'Cape'

. Para entonces medio frontón no podía contener las lágrimas, pero no era nada comparado con la emición del de Hervías. Un amigo suyo le devolvió una camiseta que el delantero le había entregado hace años enmarcada. El Club de Ezcaray le entregó otra. Y todos aplaudieron hasta reventar el frontón.

“Es un momento muy emotivo”, declaró posteriormente. “Ha sido muy grande el reconocimiento del público”, comentaba un poco más recuperado. “Esta ha sido la retirada soñada. Pero ha llegado mi hora, y lo tengo asumido”. Capellán finalizó diciendo: “Todavía me queda algo de pelota en las manos”.

Con estas palabras hacía referencia sin decirlo a su próxima etapa, en la quye disputará partidos con la empresa Garfe, que ha llamado a su puerta. Han sido 18 años de profesionalismo en los que el riojano sólo ha proporcionado alegrías a los aficionados. Los que más le conocen le describen como un gran profesional, pero para todos es “una gran persona”. La pelota riojana pierde a uno de los grandes.