¿Cómo elegir tu clínica dental?
Aún cuando no se aprecien problemas, la visita al dentista es obligatoria al menos una vez al año.
Parece algo sencillo, dado que hay dentistas y clínicas odontológicas en casi cualquier población, pero resulta que más de la mitad de la población teme ir al odontólogo. En unos casos se trata de un miedo ligero, una ansiedad soportable, mientras que en otros se puede hablar de fobia. Los ruidos estridentes de los aparatos que emplean estos profesionales, la alta sensibilidad de la boca y alguna posible mala experiencia pasada no ayudan a que la visita el dentista sea algo relajante.
Visto desde esta perspectiva la elección de una clínica dental o de una consulta de un odontólogo o de un estomatólogo ya no parece que se debe realizar sin un poco de cuidado. Por no hablar de los precios, muy variables de un centro a otro. Aunque el económico no debe ser el factor determinante en principio, pues casi todas las clínicas dentales ofrecen la posibilidad de pagar las intervenciones más costosas, como la implantología, a plazos.
Así pues, veamos una serie de consejos para elegir una clínica dental.
En las ciudades y localidades relativamente pobladas, el testimonio de gente de confianza puede dar una primera pista. Si buscamos dentista Salamanca, por ejemplo, podemos volvernos locos sin un cribado inicial. Aún cuando pensemos en dentistas Salamanca cercanos a nuestra residencia o nuestro lugar de trabajo, por comodidad, nos encontraremos con unos cuatro centros por barrio. No hablemos ya de zonas céntricas.
Conviene pararse a pensar cuál es nuestro problema: caries, sarro, revisiones preventivas, o temas más complicados como endodoncias o cirugía maxilofacial. Muchos odontólogos no ofrecen todos los servicios, por lo que ante bocas problemáticas es mejor optar por clínicas dentales que cuenten con varios profesionales, cada uno especializado en un campo. Siguiendo con el ejemplo, buscaremos una clínica dental Salamanca con un equipo multidisciplinar de odontólogos, estomatólogos y/o cirujanos maxilofaciales.
De esta manera, la búsqueda se reduce a unos pocos centros de prestigio que cuenten con buenas referencias. Y en casi seguro que algún familiar, amigo o compañero de trabajo sea o haya sido cliente suyo y nos pueda contar su experiencia. Esto es importante no solo por el tema del buen hacer del equipo, sino también en lo referente al trato con pacientes complicados, como podrían ser niños muy pequeños o personas que sufran de fobia a visitar al dentista.
Otro aspecto a tener muy en cuenta si disponemos de testimonios reales es qué sucede cuando surge un imprevisto. Imaginemos que tras una extracción o una cirugía hay un dolor o inflamación anormal, o que pareciera que hay algún problema, que algo no va del todo bien. Lo normal es poder consultar con quien nos ha atendido por teléfono, para que nos indique si lo que sucede entra dentro de lo previsible, y en caso de no ser así, que puedan citarnos cuanto antes, hacernos un hueco en la agenda como sea.
En la mayoría de los casos los problemas se resuelven sin necesidad de acudir a la clínica, modificando la dosis o la duración del tratamiento indicado para una extracción o la colocación de un implante, pero la medicina no es una ciencia exacta y, cuando surgen imprevistos, en cuando se aprecia el compromiso se un buen odontólogo o estomatólogo. También conviene tener en consideración a la hora de elegir clínica dental la rapidez de atención para urgencias imprevistas como una muela que comienza a doler sin previo aviso o aparece un repentino absceso de pus.
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