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Cómo hemos cambiado....

Rioja2

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El 21 de febrero de 2008, Zapatero esperaba repetir victoria. La pegada de carteles daba el pistoletazo de salida a las elecciones generales del 9 de marzo. Los socialistas riojanos también compartían ese ánimo, y no podían disimular la alegría.

Esa misma noche, en la sede del Partido Popular había medias sonrisas. Los populares no esperaban ganar pero sí hacer un buen resultado. La incertidumbre estaba, quizás, en lo que pasaría después del 9 de marzo: si Rajoy asumiría la segunda derrota y decidiría renunciar a una tercera candidatura, y sobre todo, si los futuros sucesores iniciarían una guerra fratricida por el poder.

Tres años después el escenario es muy diferente. Los actos de inicio de campaña de uno y otro son claro reflejo de la situación por la que atraviesan los partidos y sus candidatos de cara al 20N.

Observemos esta foto: Los populares escenifican para la prensa una pegada de carteles. Es por la tarde y el partido todavía no ha estrenado su nueva sede de la calle Duquesa de la Victoria, así que la pegada tiene lugar en un local alquilado. En el acto están el presidente del PP, Pedro Sanz, acompañado por los entonces, candidatos al Congreso -Concepción Bravo y Juan Antonio Gómez Trinidad- y algunos miembros el partido. Un proyector reproduce sobre la pared un video electoral. Los candidatos sonríen para al foto, detrás de ellos, el rostro de Rajoy plasmado en un cartel. Cuando los flashes terminan, las sonrisas desaparecen.

Ahora miren esta foto:

el acto tiene lugar en el Círculo Logroñés, uno de los edificios más distinguidos de la ciudad. En el salón central, espejos antiguos y lámparas de araña dan solemnidad al acto. Los populares han instalado un pequeño escenario con un atril y varias pantallas de plasma. Serán los carteles virtuales. No falta nadie al acto: miembros del Gobierno de La Rioja, concejales de ayuntamientos riojanos, gente de Nuevas Generaciones, simpatizantes... el salón está lleno. Suena el himno del partido, y en una de las pantallas aparece el líder, Mariano Rajoy, que pronuncia un discurso, la secretaria general, María Dolores de Cospedal también dedica unas palabras a los allí reunidos, Conrado Escobar, candidato a diputado, y Carlos Cuevas terminan en el video.

Suenan aplausos, sube Carlos Cuevas al atril y reivindica el triunfo del PP el próximo 20N. Termina el acto el presidente Pedro Sanz. Vuelven a sonar el himno y más aplausos: el ánimo de victoria está en el ambiente. Los populares obsequian a los presentes con un ágape en el que hay vino, bocadillos y canapés.

DEL PSOE DE LA CEJA AL DE RUBALCABA

La transformación del acto del PSOE ha tomado el camino contrario al del PP. Hace ocho años, los socialistas aprovecharon su triunfo en el Ayuntamiento de Logroño. Santos gobernaba en la capital y el partido rezumaba satisfacción.

El PSOE escenificó la pegada de carteles en la sala de usos múltiples del Ayuntamiento. Una sala abarrotada de militantes, entre los que estaba la plana mayor del partido encabezada por Aldama y Santos y el resto de concejales del Ayuntamiento.

Un inmenso cartel rezaba el lema de 'PSOE, nuevos tiempos', en el atril hablaban los candidatos, entre ellos, el que fuera diputado César Luena, y detrás, un nutrido grupo de militantes sostenían el cartelito de la 'zeta' de Zapatero. Sonaba el himno y había aplausos. Los socialistas se colocaba en dedo índice sobre el ojo: el famoso gesto de la ceja. Sonreían, se abrazan, dispuestos a dar batalla, una batalla que ya daban por ganada.

Nada que ver con el acto de anoche: la pegada de carteles virtual tuvo lugar en la sede del partido en la plaza Martínez Zaporta. La sala de prensa fue ataviada con el panel de la campaña en el que se podía leer el lema de la campaña: 'Pelea por lo que quieres. Rubalcaba, sí'.

La sala es de reducidas dimensiones por lo que no había muchos militantes; más bien, la plana mayor del partido, diputados y ya 'históricos' del PSOE de La Rioja, como Tomás Santos. Los cabeza de lista, César Luena y Francisco Martínez Adama, tomaron la palabra entre aplausos de los asistentes. Al terminar los discursos, todos los candidatos se acercaron a una pantalla donde aparecía el rostro de Rubalcaba. Los cuatro candidatos juntaron sus manos y sonrieron para a foto. No hubo himno, ni gestos de victoria ni alusión a Zapatero. Adiós a la ceja.

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