Dobla la cifra de fallecidos, tras el alud en China
El desprendimiento de tierra producido el pasado sábado en la ciudad de Zhouqu, situada en la provincia china de Gansu, se ha cobrado ya la vida de 702 personas y 1.042 continúan desaparecidas. Mientras tanto, un grupo de ingenieros continúa drenando un lago de condiciones inestables creado por el desprendimiento para evitar que se desborde y arrase con las zonas destrozadas donde aún se están buscando supervivientes
Este desprendimiento es el peor ocurrido en China desde hace seis décadas, según los medios de comunicación públicos chinos y es el incidente que ha causado más muertos en un año terrible en el que se han producido graves inundaciones que han causado la muerte de casi 1.500 personas. Un día antes, las autoridades confirmaban que el número de muertos ascendía a 337, y el de desaparecidos a 1.148.
Las probabilidades de encontrar a alguien con vida son escasas, pero a pesar de ello, la población local sigue esperando y llorando junto a sus viviendas enterradas y destruidas, bajo las cuales han quedado sepultados amigos y familiares. “Mi sobrina está enterrada ahí debajo. Es estudiante de secundaria, una niña tan buena”, dijo entre sollozos una de las afectadas, Yin Linfeng. “Quedó sepultada por los escombros mientras cuidaba mi casa. No voy a rendirme, quiero ver su cuerpo si está muerta. Ha ocurrido por mi culpa”, añadió.
El equipo de rescate continúa con su labor de ayuda y ayer lograron hallar entre los escombros de unas viviendas a un hombre tibetano de 52 años. Es la segunda persona que ha sido encontrada con vida desde este domingo. Los esfuerzos en la búsqueda de supervivientes bajo un sol abrasador y el dolor de hallar sólo cadáveres se están cobrando víctimas entre los supervivientes.
Wang Puxuan, médico militar, ha afirmado que “hay personas que han pasado varios días buscando a sus familiares sin comida y sin agua” y que “algunos sufren hipoglucemia, otros se han desmayado, otros han sufrido golpes de calor”.
Mientras, la tormenta tropical Dianmu se dirige al norte del país y se espera que provoque intensas lluvias que llegarán a la zona del desprendimiento. Ante esta situación, las autoridades locales se han centrado en intentar impedir el catastrófico desbordamiento del lago recién creado en el centro de Zhouqu.
El desprendimiento ha derribado parcialmente una presa, por lo que se han realizado unas explosiones controladas para crear un canal que expulse una parte del agua, de manera que el nivel del agua ha bajado.
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