El champiñón fresco gana terreno a la conserva
La Rioja cuenta con 183 explotaciones de champiñón de las que el 25 por ciento se dedica a fresco. Sin embargo, los cambios en el consumo han forzado que esté previsto que, en tres años, superen el cincuenta por ciento, tal y como ha explicado hoy el presidente de la Asociación de Cultivadores (ASOCHAMP), Jose Antonio Royo.
El presidente de ASOCHAMP, y el presidente de la Asociación para la Investigación, Desarrollo e Innovación del Sector Agroalimentario (AIDISA), Miguel ángel Villoslada, han firmado hoy un convenio con el consejero de Agricultura, Iñigo Nagore, por el que el Gobierno riojano aporta 480.000 euros a estas entidades.
En concreto, AIDISA recibirá 320.000 euros para el sostenimiento del Centro de la Industria Cárnica (CTIC), en Alesón, y el Centro de Innovación y Tecnología Alimentaria (CITA) en Calahorra; mientras que ASOCHAMP dispondrá de 160.000 euros para la gestión del plan de actividad desarrollado en el Centro de Investigación del Champiñón de La Rioja (CTICH) en Autol.
Royo ha asegurado: “El sector del champiñón de La Rioja juega en La Champions, igual que lo hace el vino”. Y es que el año pasado la comunidad tuvo una producción de 70.000 toneladas y “el tres por ciento de la producción mundial está en La Rioja”, cifra que el presidente de ASOCHAMP ha destacado, sobre todo, teniendo en cuenta el tamaño de la comunidad.
El sector se encuentra, en estos momentos, “enzarzado en la batalla de la competitividad”, después de que los precios en la distribución se hayan reducido por encima del 25 por ciento, debido a la “fortísima competencia”.
Uno de los elementos en los que el sector riojano va a librar sus batallas se encuentra en el mercado de los frescos. Actualmente el 75 por ciento de las explotaciones se dedica a champiñón en conserva, y sólo el 25 por ciento al fresco.
Sin embargo, desde ASOCHAMP se persigue el objetivo de que el fresco suponga, en tres años, más de cincuenta por ciento, dado que se ha producido un cambio en el consumo en todo el mundo. En España, sin ir más lejos, desde 2002 se ha duplicado el consumo de fresco.
Las explotaciones de fresco y conserva “son diferentes” y el cambio supone, para el agricultor, “cambiar su proyecto de vida”, por lo que ASOCHAMP se propone dotarle de las “herramientas” necesarias para hacerlo.
En este contexto, el Centro de Investigación del Champiñón de La Rioja, tal y como ha relatado su presidenta, Margarita Pérez Clavijo, se centra en luchar contra las enfermedades de este producto, que suponen ocho millones al año de pérdidas en La Rioja.
En concreto, trabaja en desarrollar métodos biológicos, entre los que se incluyen la selección de variedades, para evitar el uso de químicos, dadas las restricciones que, cada vez más, impone Europa a los fitosanitarios.
En lo que respecta a AIDISA, que agrupa a más de setenta empresas pertenecientes a los sectores cárnico y conservero, su presidente ha asegurado que, en 2016, por cada euro que invirtió el Gobierno la industria alimentaria movilizó 62.
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