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El día después del 32.365

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La Lotería de Navidad es una ilusión esperada por todos durante 365 días. Una vez que el sorteo ha terminado y que los millones se han repartido caprichósamente por la geografía española tan sólo queda esperar que un nuevo año traiga más fortuna a los que no han logrado agarrar ninguno de esos pellizquitos que tan bien vendrán en época de crisis.

Es el día después del sorteo y España se ha levantado con resaca pero con alegría porque a partir de ahora muchos serán los que disfruten de unos euros más en su cartera para realizar las compras navideñas. Este año La Rioja ha pasado desapercibida para “El Gordo”, tan sólo se han repartido terminaciones de los premios grandes y alguna que otra pedrea. Pero esto no frena a los riojanos, que harán cola ante las administraciones para adquirir un nuevo número de la Lotería, la del Niño, que el día 6 de enero volverá a dejar un reguero de millones por toda España y que esperamos que en esta ocasión se acuerde de La Rioja y traiga un buen regalo de Reyes.

Desde luego, si este año tenemos que seleccionar una ciudad con “suerte” esa será Soria, que ayer se hizo con el tercer premio íntegro y con un buen pellizco del primero. Estos premios han dejado algo más de 100 millones de euros en Soria, una lluvia de dinero que ha recaído sobre una parte bastante importante de la población soriana.

Hoy todo son ilusiones y planes de futuro para saber qué hacer con ese premio tan bienvenido. Unos lo destinarán a tapar agujeros, otros comprarán la vivienda que no podían adquirir hasta el momento, seguro que otros muchos reparten algo de dinerillo entre sus más próximos y seguro que agasajan a todos los suyos con cientos de regalos en estas navidades. La cena de Nochebuena se llenará de manjares exquisitos imposibles para el bolsillo de aquellos a los que no nos ha tocado la lotería y Papá Noel vendrá cargado hasta la cabeza con paquetes y paquetitos. Muchos invertirán parte del dinero y otros, los más generosos, destinarán una parte del premio a una ONG.

Las anécdotas del día después se acumulan en las bocas de algunos. Como la de ese segundo premio que sonó diferente para alguien que aguardaba en el salón de Loterías y que pensaba que el 78.400 era un 76.400. La alegría y la decepción mostraron sentimientos contradictorios que finalmente se quedaron en un “por los pelos”.

Para un mago de Tenerife el sorteo no tenía nada de asombroso, pues desde el día 15 de diciembre él ya sabía qué número iba a tocar en la Lotería de Navidad de 2008. Guardado en una urna de cristal y colgado ante la pared del Ayuntamiento, permaneció el sobre con el número que iba a resultar ser el agraciado. Para sorpresa de muchos e incredulidad de otros tantos, al parecer el mago acertó. Lo que desconcierta es que conociendo el número no comprase una serie con la que hacerse millonario y retirarse a la buena vida.

La cadena de televisión La Sexta tuvo su particular participación en el “después” del sorteo. Una señora, una actriz que trabajaba para el programa de El follonero, acudió desesperada a la administración de lotería donde había sido vendido el segundo premio de la Lotería porque su décimo había amanecido en la lavadora y no iba a poder cobrar el premio debido a las condiciones que presentaba el billete. Tras las sospechas del primer momento, los temores se confirmaron, todo era un montaje de la cadena televisiva.

Siempre quedarán los que, hartos de que la suerte nunca les acompañe, despotriquen sobre la fortuna de los agraciados y se enfaden con ellos y con el mundo porque, al parecer, unos nacen con estrella y otros estrellados. Hoy también es día de que las cafeterías se llenen de rumores: “por un número no me ha tocado el quinto”; “mira que pasé veces por ese bar y nunca se me ocurrió comprar un décimo...”; “el próximo es nuestro año”. Y la frase típica y tópica: “bueno, por lo menos tenemos salud”.

De cualquier forma, la suerte ha dicho su última palabra y los afortunados podrán disfrutar de una Navidad más desahogada que, en época de crisis, viene de perlas. A los que no nos ha tocado ni un euro sólo nos queda esperar que “El Niño” nos traiga mayor fortuna y sino, ¡¡salud hasta el próximo año!!

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