El Papa habla de la crisis mundial en su nueva encíclica

El Vaticano presentó la nueva encíclica del Papa Benedicto XVI, 'Caritas in Veritate' (Caridad en la verdad), en la que el Pontífice propone diseñar una nueva economía de mercado basada en los principios de “solidaridad” y “confianza recíproca”. En la carta acusa de la crisis y de las crecientes desigualdades entre ricos y pobres a una “cierta ideología” egoísta que ha predominado hasta ahora.

Esta es la primera encíclica de Benedicto XVI en la que aborda temas económicos y sociales, tras haber publicado otras dos anteriormente: 'Dios es Amor' que trataba cuestiones teológicas y 'Salvados en la esperanza' en la que hacía referencia a la esperanza cristiana.

La nueva carta dirigida a sus fieles habla del desarrollo y de las desigualdades sociales en el marco de la actual crisis económica internacional, al tiempo que propone soluciones, basadas, sobre todo, en un cambio de mentalidad para afrontar el futuro y lograr un mundo más justo.

“La exigencia de la economía de ser autónoma, de no estar sujeta a 'injerencias' de carácter moral, ha llevado al hombre a abusar de los instrumentos económicos incluso de manera destructiva”, asegura el Pontífice. Además, con el pasar del tiempo, “estas posturas han desembocado en sistemas económicos, sociales y políticos que han tiranizado la libertad de la persona” advierte el máximo representante de la Iglesia católica.

Sin embargo, Benedicto XVI considera que el mercado en si mismo no es el culpable de la actual situación, ya que éste es sólo un instrumento y que, si bien “puede orientarse en sentido negativo” no es por culpa de “su propia naturaleza”, sino de una “cierta ideología que lo guía en este sentido”.

En cuanto a las soluciones que para establecer un nuevo “camino”, el Pontífice propone volver a “los principios tradicionales de la ética social”, tales como “la transparencia, la honestidad y la responsabilidad”, pero también dar espacio al “principio de gratuidad”, a la “solidaridad” y a “la lógica del don” en las relaciones mercantiles.

No obstante, “sin formas internas de solidaridad y de confianza recíproca, el mercado no puede cumplir plenamente su propia función económica. Hoy, precisamente esta confianza ha fallado, y esta pérdida de confianza es algo realmente grave”, remarca.

Para el Pontífice, la crisis debe ser una oportunidad para llevar a cabo la “renovación cultural” y el “redescubrimiento de valores de fondo” que necesita el mundo de hoy. Por lo tanto, conviene afrontar todas estas dificultades “de manera confiada más que resignada”, puntualiza.

En cuanto a la globalización, Benedicto XVI opina que ésta no es ni buena ni mala, y que “oponerse ciegamente” a este fenómeno “sería una actitud errónea, que acabaría por ignorar un proceso que tiene también aspectos positivos”.

La publicación de este texto llega un día antes de la cumbre anual del G-8, que se celebrará en L'Aquila, situado en el centro de Italia, en la que participarán los jefes de Estado y de Gobierno de los países más industrializados. El Papa ha aprovechado la ocasión para lanzar un llamamiento al conocido 'Grupo de los Ocho' para que tengan en cuenta el “valor ético” de sus decisiones a la hora de adoptar medidas con las que combatir la actual crisis económica.