El peligro de los rivales asequibles
Que nadie se fíe. Palencia, a donde viaja el Caja Rioja para disputar su siguiente partido, es una plaza que parece fácil de conquistar, pero que puede atragantarse a los riojanos. No sólo por tener que jugar como visitantes, algo que Jesús Sala siempre califica como complicado, sino porque las rachas también pueden terminarse.
Sí, el Caja Rioja lleva seis victorias consecutivas y ha sacado los colores a equipos situados por encima en la tabla. Pero, el Alimentos de Palencia, a pesar de la temporada complicada que le ha tocado vivir, es un equipo que están recobrando la buena forma. Ha ganado sus dos últimos partidos, pero necesita seguir sumando victorias para eludir el fantasma del descenso, que supondría todo un mazazo para un equipo acostumbrado a vivir en la zona alta.
La referencia de esta campaña es más que positiva. En el Palacio de los Deportes, el Caja Rioja venció al Palencia por 21 puntos (80-59), con un magnífico Stevie Johnson. Pero, desde entonces, el Alimentos de Palencia no es el mismo: se marchó Quino Salvo, el técnico, y con él tres jugadores. Nacho Lezcano le sustituyó en el banquillo y la plantilla se reforzó con dos jugadores de LEB Oro (Xavi Forcada y Manolopoulos), un base de Farho (Sergio Alonso) y un pívot norteamericano.
El lavado de cara ha permitido al equipo remontar el vuelo. Además, en casa está empezando a mejorar sus cifras y podría aprovechar una posible relajación del Caja Rioja, que tras jugar varios encuentros consecutivos con rivales de su liga, ahora puede mirar a Palencia como un equipo asequible. Y ésa es una trampa en la que los grandes suelen caer a menudo. Ahora que el Caja Rioja es de los de arriba, no puede permitirse lujos que le alejen de su objetivo prioritario, mantener la quinta plaza.
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