GH 11: Fin de semana de calentón
El debate de Gran Hermano estuvo protagonizado por un triángulo amoroso. Las últimas novedades de la casa espía centraron la mayor parte del programa dirigido por Jordi González. Arturo, Indhira y Carol están viviendo intensos encuentros en la casa espía, momentos que no dejan indiferentes a sus compañeros.
Para el vasco, la historia de amor (sexo) con Indhira se ha terminado. “Ya no somos amigos”, le dice a su antigua compañera de “edredoning”, mientras acerca distancias con Carol. El paso a la casa espía parece que ha despertado de nuevo los radares de Arturo y va en busca y captura de una nueva conquista. Indhira pasó a la historia y ahora busca con quién revolcarse bajo las sábanas. Y parece que tiene una candidata dispuesta a todo. Carol, la que se describe así misma como la guapa, ya tiene sueños calenturientos con el vasco, unas ilusiones que confiesa a Indhira, para mantenerla informada o “para dar por culo”, según opina la última.
Lo cierto es que la situación es bastante difícil para la ex de “el delfín”, como lo sería para cualquiera. Ver a la persona que te gusta calentando motores con la vecina no tiene que ser plato de gusto para nadie. “Ójala hubiese sido fea”, dice la cántabra cuando se queda sola en el confesionario, palabras que no cuadran con la sonrisa irónica que luce mientras Arturo asegura que menudo bombón han metido en la casa. Aunque lo de Arturo es ya pasarse de la raya, “culo veo, culo quiero” resumiría a la perfección la actitud que tiene este muchacho. Porque ya comenzó con los tonteos en la casa 11 el último día que estuvo junto a Melanie, investigando bajo su camiseta si llevaba sujetador.
Mientras Toscano consuela a una Indhira hecha polvo, el resto de los compañeros comenta la jugada que Arturo se trae con Carol. A su tocaya le está viniendo de perlas el follón en el que se ha metido ella solita, ya que cuando finalice la semana y sus compañeros tengan que elegir candidata para la unificación con los grandes hermanos de la casa 11 la gallega puede ser la mayor beneficiada. Tatiana se ha convertido en un punto de apoyo para Indhira, para ella ha dejado de ser “oscura” y comparte confidencias, mientras echa de menos a su querida amiga Mel. Ésta, rodeada de espías en la casa 11, confiesa que sin la rubia se respira mayor tranquilidad, y que no echa de menos en ningún momento el tono de voz de la rusa. ¿Será que no son tan amigas?
En cuanto al resto del programa...no mucho más que destacar, el tema central fue el triángulo amoroso, interrumpido en ocasiones por frases monótonas de Juan, que visitaba el plató después de su expulsión, la trifulca arreglada de Ángel y Hans y la promesa de Saray de pasear su cuerpo serrano por la casa de Guadalix después de que perdiese esa apuesta que hizo al comparar a Gerardo con el actor que el programa metió en la edición novena del reality.
Los comentaristas sentenciaron: la actitud de Arturo sólo está beneficiando a Indhira, que debe ser la ganadora del concurso. Y es que, por mucho que la relación esté rota entre los dos tórtolos, la muestra de sentimientos tan humana y cercana a muchos está haciendo que la malagueña gane puntos entre la audiencia.
Todavía quedan dos meses para el final del concurso y, visto lo visto, la organización todavía puede trastocar todo con mil y una sorpresas. Acompañado de una calabaza (al parecer Mercedes Milá irá vestida así en la gala del jueves), Jordi González sentenció: “Quien se pierda la gala junto a Mercedes el jueves no ganará para disgustos”.
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