La cúpula dirigente de ETA se refugia en Francia

El responsable del grupo vasco de la subdirección antiterrorista de la policía judicial francesa (SDAT), Jean Pargade, aseguró que “todas las estructuras de los dirigentes” de la organización terrorista ETA se encuentran en Francia y que, de hecho, “todos los responsables de os aparatos” de la banda han sido detenidos en suelo francés.

Pargade ha comparecido en calidad de testigo ante el Tribunal especial de lo Criminal del Palacio de Justicia de París que juzga al presunto miembro de ETA Ibon Fernández Iradi, alias 'Susper', por pertenencia a banda armada y disparar contra un gendarme en noviembre de 2001 en el sur de Francia. En el banquillo de los acusados se sienta también Antonio Agustín Figal Arranz, 'Biskor' considerado cómplice de los hechos.

El responsable de la policía judicial francesa relató ante el tribunal presidido por el magistrado Yves Jacob las razones históricas que llevaron a ETA a buscar refugio en suelo francés, cómo se manifiesta su presencia en Francia y cuál es la organización interna de la banda.

En este contexto, vinculó a los dos acusados de pertenecer al aparato de reclutamiento e información de la organización terrorista. Su explicación llevó al fiscal Christophe Teissier a preguntarle si todo el aparato de ETA residía en Francia, momento en el que Pargade

aseguró que “efectivamente”, así es.

JUICIO

Por su parte, el jefe de la misma subdirección antiterrorista, Fréderic Veaux, atribuyó a 'Susper' una “clara voluntad homicida” al efectuar los disparos contra el gendarme Gérard Larroude, presente en la sala donde se celebra el juicio y que testificará mañana, según

adelantó su abogada.

“El conjunto de los hechos, los testigos y la posición que ocupaba Susper en la organización, demuestra que fue una acción a sangre fría, decidida y resuelta contra los gendarmes”, declaró Veaux. En cuanto a Arranz, dijo que, aunque no estaba “directamente implicado” estaba “claramente asociado” a todos los hechos que llevaron a la acción agresiva contra el gendarme.

También recordó que durante su detención los acusados reconocieron su pertenencia a ETA, que la propia banda terrorista reivindicó los hechos en un comunicado publicado en diciembre de 2001 en el diario 'Gara' y que todos los elementos implican a los acusados en la escena del crimen.

Con estos argumentos, el responsable policial francés intentaba vincular a los acusados con la banda a pesar de que tanto Susper como Arranz se negaron a responder a las preguntas del presidente del Tribunal sobre su relación con ETA formuladas al inicio de la vista celebrada esta tarde. Ambos se limitaron a responder con un “nada que decir” pronunciado en francés.

No obstante, Susper tomó la palabra al final de la declaración de los dos testigos para contestar la versión de los hechos ofrecida por Veaux que calificó de “deshonesta y malintencionada”. El Presunto etarra explicó su actuación durante el tiroteo asegurando que “tuvo iedo”.

En noviembre de 2001 dos gendarmes dan el alto a Ibon Fernández y Figal Arranz, que viajaban por el sur de Francia a bordo de sendos vehículos. Al ser alertados por su acento español, los gendarmes se disponen a comprobar su identidad y en ese momento es cuando Susper realiza los disparos que dejan malherido al gendarme.

En Francia Fernández Iradi está acusado de asociación de malhechores con fines terroristas e intento de asesinato contra un agente de las Fuerzas de Seguridad. 'Susper' fue identificado como el autor material de los ocho disparos que casi costaron la vida a un gendarme en noviembre de 2001 cerca de Pau (suroeste de Francia).

Además ha sido jefe de los comandos operativos de la banda en distintas etapas. Fernández Iradi huyó tras la desarticulación del 'comando Buruntza' en Guipúzcoa, que arrojó un balance de ocho detenidos, cinco de los cuales se encuentran en prisión.

Detenido en diciembre de 2002, posteriormente consiguió escaparse de la comisaria de Bayona pero fue detenido en 2003 en la localidad de Mont de Marsan. La documentación que se le incautó fue decisiva para varias importantes operaciones contra el aparato de captación de ETA.

Su detención junto a Beltzane Obanos representó el cuarto golpe a la cúpula militar de la organización terrorista ETA desde que ésta declarase una tregua a finales de octubre de 1998, que se prolongó hasta noviembre del año siguiente.

Fernández Iradi permaneció tres meses al frente del aparato militar, probablemente el periodo de tiempo más breve en que unos terroristas han detentado la jefatura de los comandos.