La inoperancia fulmina al Rioja Vega
El Rioja Vega juega con fuego y se quema. Tanto que en Gijón pese a un arranque de partido espectacular (0-12) fue perdiendo fuelle a medida que su ataque se colapsaba. Del 13-30 se pasaba a un preocupante 27-30 al descanso y cuando parecía que los de Jenaro Díaz habían vuelto a poner tierra de por medio, 39-50, los riojanos sólo anotaron 6 puntos en el último cuarto para claudicar 63-59. Así es muy complicado ganar. Sobre todo si se meten 5 de 22 triples, si el porcentaje de tiros libres apenas supera el 50% y si el rebote es del conjunto local, 45 sobre 30. Al menos, en cuanto a las pérdidas ambos estuvieron igual de mal, por encima de las 20, lo que determina la poca brillantez que se vio.
El Rioja Vega comenzó como un cohete. Parcial espectacular de 0-12 en poco más de cinco minutos en los que Gijón no podía anotar. Jenaro Díaz con un quinteto equilibrado y con química, como se comprobó también el pasado sábado en el Palacio -repitió el mismo cinco de partida- pasaba por encima de un rival incapaz de resolver. Fue Moro el que frenó la sangría para los suyos. Sin embargo, los riojanos buscaron la manera de dar continuidad y no dejarse contagiar. Así que con un Nissen sobresaliente (9 puntos en los 10 minutos iniciales) lideraba, en anotación, al bloque riojano. El marcador era significativo después de haberse jugado el primer cuarto, 8-22.
No bajó su intensidad el Rioja Vega que, con su nuevo fichaje sobre el parqué, el base Pablo Pérez continuó ampliando el terreno en el electrónico hasta el 13-30 tras 3 minutos y 10 segundos del segundo cuarto. Entonces, el cuadro logroñés se bloqueó. Sufrió un colapso increíble, hasta el punto de permitir que Gijón, en el que Blanco se convertía en referente -15 puntos al descanso-, se fuera enganchando al encuentro cuando estaba prácticamente fuera. Un parcial de 14-0 noqueó al Rioja Vega. Entre el cúmulo de pérdidas de los visitantes y los siete tiros fallados hasta alcanzar el ecuador, el caso es que la renta fue disminuyendo hasta la mínima expresión, con el 27-30.
Nissen, desde la línea de personal, rompía la sequía para firmar el 29-32. Y sería el pívot canadiense quien anotaría una canasta en juego para los riojanos casi 9 minutos después para el 30-34 que se fue ampliando lentamente al 33-38 y 37-42 pasados los 5 minutos del tercer acto. Fue cuando Saintel, con un triple, y Lafuente, con 5 puntos seguidos, el Rioja Vega volvía a poner tierra de por medio, 39-50, con escasos dos minutos para cerrar el cuarto.
Gijón no estaba dispuesto a dejarse ir otra vez, por lo que apretó los dientes para gracias a un triple postrero de Blanco agarrarse al duelo de cara al último cuarto, con el 45-53. El Rioja Vega parecía que había aprendido la lección, pero no fue así. 6 puntos en los últimos diez minutos para tirar por la borda el trabajo, irregular e inconsistente, realizado durante alguna fase del encuentro. Parrado hacía el 49-55, pero los asturianos porfiaron hasta que Kimbrough ponía por delante, por primera vez, a los suyos con el 57-55.
Las dudas atacantes en los visitantes fueron a más. Tanto que el cuadro local se escapaba 62-56 con dos minutos por jugarse. López ponía algo de esperanza con un triple. Faltaban menos de 100 segundos para recuperar lo que perdido. Kimbrough no anotaba y le daba la opción al Rioja Vega de acercarse. Noguerol y López fallaban desde más allá de los 6,75 metros. Era el adiós. Lafuente cometía personal. Había que intentarlo. Quedaban 5 segundos. Menéndez cumplía desde la personal y daba un triunfo (63-59) inesperado tal y como arrancó el encuentro.
0