La primera “guerra” en Europa: hace 5.000 años y en La Rioja Alavesa
*Imagen de archivo: Laguardia
Una nueva investigación en el enterramiento colectivo de San Juan ante Portam Latinam -en las cercanías de Laguardia- lleva a repensar lo que allí sucedió hace 5.000 años y a plantearse si allí se encuentran las señales de lo que fue la primera guerra en Europa (hasta el momento investigaciones sugerían que el primer conflicto a gran escala ocurrió en la Batalla de Tollense -en Alemania- hace 3.000 años).
Fue en 1985 cuando este enterramiento colectivo en La Rioja Alavesa fue descubierto y sus análisis permitieron identificar los cráneos y otros huesos humanos de 338 individuos, muchos de ellos con herida de flecha, que vivieron en la parte final del Neolítico Europeo.
Como ha recogido eldiario.es , en ese momento “no había pruebas suficientes para determinar con certeza si aquello era un campo de batalla o el motivo por el que los cuerpos se habían acumulado en aquel abrigo natural a lo largo del tiempo”.
Si bien, actualmente, una nueva investigación de un equipo liderado por Teresa Fernández-Crespo, de la Universidad de Valladolid, ha pasado los últimos cinco años aplicando nuevas técnicas para reexaminar estos restos. “Lo que encontramos son muchas más heridas, sobre todo no cicatrizadas”, explica Fernández-Crespo como recoge eldiario.es. “Creemos que lo que vemos aquí es el resultado de una guerra”.
Las pruebas obtenidas de este reexamen osteológico “les llevan a determinar que el 23% de los individuos tenía lesiones antiguas y el 10% tenía lesiones sin curar, sustancialmente más altas que las tasas de lesiones estimadas para esa etapa de la prehistoria humana. Esto significa que las lesiones se produjeron muy cerca del momento de la muerte, y muchas de ellas resultaron mortales. También encontraron que el 74% de las lesiones no curadas y el 70% de las heridas curadas habían ocurrido en hombres adolescentes o adultos, una tasa significativamente más alta que en las mujeres”. Como apuntan desde eldiario.es “aunque falta un análisis más profundo, los datos genéticos apuntan a que se trató de enfrentamientos entre poblaciones locales de agricultores.”.
Los resultados sugieren “que muchos individuos, esencialmente hombres, estuvieron expuestos a la violencia y eventualmente murieron en batallas e incursiones, ya que en muchas sociedades el arte guerrero está restringido principalmente a este grupo demográfico”, como han señalado desde el grupo de investigación, cuyas conclusiones se han publicado el pasado jueves en la revista Scientific Reports.
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