La Rioja: una de las provincias con menor riesgo en carreteras
Las provincias con carreteras con menor nivel de riesgo son Almería, Asturias, Barcelona, Gerona, Guadalajara, La Rioja, Málaga, Murcia, Palencia, Salamanca y Tarragona, según un estudio del Real Automóvil Club de España (RACE) realizado en carreteras con una intensidad de circulación por encima de los 2.000 vehículos al día.
Mientras las provincias con mayor porcentaje de tramos de riesgo elevado son Granada y Huesca, con un 67 por ciento y un 48 por ciento de tramos peligrosos sobre el total de carreteras, respectivamente, seguidas de Alicante y Ávila, con un 35 por ciento cada una.
En concreto, el 12,5 por ciento de la Red de Carreteras del Estado, 1.807 kilómetros, presentan un riesgo elevado de accidente. En total, son 119 tramos peligrosos, de los cuales 25 son considerados de especial peligrosidad, los denominados 'tramos negros' (384 kilómetros). El 65,7 por ciento restante de los tramos muestran un riesgo bajo o medio-bajo.
Estas cifras, recogidas dentro del programa europeo de evaluación del riesgo en la carretera, EuroRAP entre 2006 y 2008, se distribuyen entre autopistas, carreteras ordinarias y preferentes, y analizan la peligrosidad de las vías teniendo en cuenta la evaluación de los siniestros, su gravedad y su relación con las características de la vía.
En los 25 tramos más peligrosos se producen cada año una media de 28 accidentes mortales y 118 accidentes graves, y el peor de todos se encuentra en la N-435, del punto kilomértico 104,3 al 129,4 en Huelva. Su característica más destacable es que de los 27 accidentes mortales y graves registrados en los tres años de estudio, el 80 por ciento lo sufrieron los motoristas, con 6 accidentes mortales y 16 graves. El tipo de accidente registrado más frecuentemente en este tramo fue la salida de vía, en 22 de las 27 ocasiones.
El segundo tramo de mayor peligrosidad, la N-322, entre los kilómetros 412,3 y 424,2, ha registrado en los tres años de estudio un total de 15 accidentes mortales y graves, la mitad de ellos por salidas de vía y donde los motoristas tienen un peso importante con dos accidentes mortales y siete graves. Este tramo tiene una intensidad media de vehículos de 2.501 al día.
El tercer tramo de mayor peligrosidad es de nuevo la N-435, entre los Km. 63,5 y 74, que ha registrado 10 accidentes mortales y graves en los tres años de estudio, tres de ellos de motoristas, existiendo una mayor diversidad por tipo de accidente, con un atropello, un accidente en intersección, dos accidentes frontales, cuatro salidas de vía y dos en otras circunstancias. Este tramo registra una intensidad media de vehículos de 3.120 vehículos al día.
LOS PUNTOS NEGROS REPITEN
En el análisis de los datos se observa como el 70 por ciento de estos 25 tramos más peligrosos repiten el nivel de Riesgo Alto en los últimos tres informes EuroRAP, con un riesgo también alto en los informes 2007 y 2008, por lo que desde RACE insta a la Administración para que de “forma urgente intervenga en estas vías y evite que los usuarios se vean obligados a circular por este tipo de carreteras de alto riesgo”.
El perfil de un tramo con nivel de riesgo elevado (alto y medio-alto) correspondería a una carretera convencional de calzada única, en la que se registran el 97 por ciento de los tramos de riesgo elevado, con intersecciones al mismo nivel y con una intensidad de circulación por debajo de 10.000 vehículos al día. En estas carreteras se producen, principalmente, accidentes con víctimas originadas por salidas de vía (dos de cada cinco), seguida de colisiones frontales (una de cada cinco).
En este informe también se ha querido analizar si existen radares a menos de cinco kilómetros de los tramos de riesgo más elevado, como medida de control de la velocidad como factor de riesgo. Así, sólo se han detectado estos sistemas en uno de cada tres tramos, lo que supone que en más del 65 por ciento de los tramos de riesgo elevado no dispone de un sistema de control de la velocidad por medio de radar fijo.
ACCIDENTES DE MOTOCICLETAS
El peso de la accidentalidad del colectivo de los motoristas en relación al resto de usuarios ha aumentado en los últimos años, disminuyendo levemente este último año, pasando del 9,5 por ciento en 2005, al 11,8 por ciento en 2006, al 13,9 por ciento en el 2007 y al 13,5 por ciento en el 2008.
Así, sólo en 20 tramos de la Red de Carreteras del Estado se producen el 21,7 por ciento de los accidentes graves y mortales de motociclistas. Para RACE, este hecho supone que “la lesividad de este colectivo esta más concentrada en tramos específicos”, por lo que mejorando estos tramos se podrían reducir estos siniestros graves o mortales de moto.
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