“La situación de la FHC es un drama absolutamente insostenible”

El Comité de Empresa de la Fundación Hospital de Calahorra denuncia que la insuficiencia de la plantilla de la plantilla y la nulidad de la actual Gerencia comprometen la calidad del servicio hospitalario en la Rioja Baja.

A través de una nota de prensa explican que ayer miércoles, 25 de marzo, una sola enfermera debió hacerse cargo de toda la Primera Planta de Fundación Hospital Calahorra entre las 20:00 y las 22:00 horas. Una situación que, alertan, podría repetirse este jueves.

De las dos plantas de hospitalización de FHC, la primera de ellas es la de “hospitalización quirúrgica” y atiende todos los ingresos derivados de operaciones o o vinculados a ellas, así como los ingresos relacionados con los partos, tanto de las madres como de los recién nacidos. Una planta que por la complejidad de y variedad de los pacientes ingresados en la misma “hacen inviable que pueda ser atendida por una sola enfermera”.

Normalmente, en esta primera planta hay tres enfermereas en el turno de mañana (de 08:00 a 15:00 horas), 2 en el turno de tarde (de 15:00 a 22:00 horas) y 2 en el turno de noche (de 22:00 a 08:00 horas). Una cobertura, matizan, “que ya es un 22 por ciento menos que la necesaria y que el hospital mantuvo hasta hace aproximadamente dos años”. Es decir, hace cuatro años en esta misma planta trabajaban 4 enfermeras en el turno de mañana (3 plazas fijas de planta más un refuerzo), 3 en el turno de tarde y 2 en el turno de noche.

El recorte de personal, que se ha mantenido durante 2013 y 2014, ya resultaba “inasumible” hace un año por “peligroso e incompatible con una adecuada prestación del servicio a la vista de las necesidades asistenciales que demandan los pacientes”. Una situación que, aseguran, conocía la Dirección del centro. De hecho, se planteó entonces “una progresiva recuperación de los niveles de plantilla necesarios”. Propuesta que “ha quedado en suspenso tras el cambio en la Dirección-Gerencia, sin que la actual haya dado muestra alguna de tener el menor interés en abordar las necesidades hospitalarias de la Rioja Baja, más allá de alguna vacua proclama propagandística”.

El pasado mes de febrero este mismo comité hizo públicas las “graves carencias sufridas por el hospital a consecuencia del maltrato presupuestario, inversor y de gestión con el cual la Consejería de Salud castiga a la Rioja Baja, siendo la disminución de plantilla la carencia fundamental”.

Lo peor, recuerdan, “es el desprecio de la Consejería de Salud y la Gerencia actual hacia la asistencia sanitaria pública en La Rioja Baja”. Y, desde entonces, aseguan, “no sólo no se ha realizado actuación alguna desde para afrontar tales deficiencias, sino que la dejadez y la desidia se han enseñoreado de la cotidianidad del hospital como reflejo de ese desprecio manifiesto hacia la sanidad riojabajeña por parte de estos políticos actuales”.

Hace unos meses, las denuncias de este comité se centraron en la segunda planta de la Fundación Hospital de Calahorra dedicada a la hospitalización médica (ingresos no derivados de actividad quirúrgica, ni recién nacidos). “No nos hicieron caso, ni siquiera a la queja puesta por escrito por las propias profesionales de centro”. Queja en la que se alertaba “de la situación dramática que se padece porque el personal no llega, los pacientes se dan cuenta y cuando quiere mostrar su malestar (mediante la queja a que tiene legal derecho) la plantilla es sometida a amenazas para que no informen a los ciudadanos de sus derechos”.

Los trabajadores de la FHC pedían “un interlocutor, alguien que sepa algo de gestión hospitalaria y de recursos humanos, una persona normal con quien poder abordar con urgencia el puñado de actuaciones inmediatas que son imprescindibles para recuperar el pulso vital del hospital calagurritano”. Pero, lamentablemente dicen, “los políticos que asumen actualmente la función gerencial de nuestra sanidad pública no han querido”.

Por último, advierten de que la situación que están denunciando en este caso no es “más la punta del iceberg, un botón de muestra de un drama que ya es absolutamente insostenible”.