Las ONG piden al MONUC una protección especial para los civiles
La Coalición de Apoyo al Congo, que agrupa a diversas ONG, ha solicitado a la delegación del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que está visitando la República Democrática del Congo, que presione a la misión de la ONU (MONUC) y al Gobierno de Kinshasa para que protejan “urgentemente” a la población civil durante las operaciones militares lanzadas contra las milicias rebeldes ruandesas refugiadas en el este del país.
La noche del pasado 9 de mayo, al menos 60 personas murieron y unas 20 resultaron heridas en un ataque atribuido a los rebeldes hutus ruandenses en Busurungi, todas ellas eran parte de la población civil. Ante hechos como éste, en el que los civiles se convierten en el objeto de venganza frente a la coalición entre las fuerzas del gobierno de Ruanda y el ejército congoleño, el Consejo de Seguridad podría haber dado “luz verde” a la MONUC para apoyar al Ejército congoleño en sus operaciones contra las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda y la Agrupación para la Unidad y la Democracia.
“Las operaciones militares tenían el objetivo de poner fin a los ataques contra los civiles, no de ocasionar más represalias mortales”, declaró la investigadora de la división de África de Human Rights Watch, Anneke Van Woudenberg. “Cuando las operaciones se amplíen a Kivu Sur, las consecuencias será previsiblemente igual de duras. Se necesitan claramente acciones urgentes para proteger a la población de estas zonas”, agregó.
Según la Coalición de Apoyo al Congo, mientras las milicias suponen una grave amenaza para los civiles y están cometiendo crímenes de guerra, la operación militar contra ellas, conocida como “Kimia II”, ha contribuido a aumentar el sufrimiento de los civiles atrapados en la zona de conflicto y ha agravado una situación de por sí peligrosa.
Por lo tanto, si las operaciones continúan sin tener en cuenta la protección de la población civil, ataques como el de Busurungi se repetirán dejando cada vez mayor número de víctimas y provocando el desplazamiento de miles de congoleños, que se sumarán a los 250.000 que ya han tenido que huir de sus casas.
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