Las tribulaciones de dos inmigrantes en Estados Unidos
Con muy buen humor, Daniel y Luna explican que después de superar la difícil entrada al país “la cordialidad de la gente y el buen ambiente nos hicieron olvidar las dificultades del principio, sin embargo, es verdad que con Canadá todo han sido facilidades, cosa que no nos pasó al entrar en Estados Unidos”.
A mediados de 2007, la propia empresa declaró que tenía intención de establecerse en Canadá para facilitar la contratación de trabajadores de todo el mundo, algunos de los cuales tenían dificultades para obtener la autorización de la administración norteamericana para trabajar en suelo estadounidense.
Aunque Daniel sí pudo obtener su permiso en su primer periodo en Microsoft, tanto él como su pareja reconocen que el proceso es más abierto en Canadá. Para empezar, ella podrá trabajar si lo desea, cosa que no podría haber hecho legalmente en Estados Unidos.
Además, “la aceptación de una pareja de hecho como unión legal es inmensamente más fácil, basta un documento tipo alquiler a nombre de ambos, o una cuenta bancaria común (eso sí, con un año de antigüedad, como mínimo) para que se considere a dos personas unidas legalmente y para que tengan los mismos derechos”, indican.
“ECHAREMOS EN FALTA A LA GENTE DE LA RIOJA”
De todas formas, también insisten en que las trabas administrativas pasan y que lo que más recuerdan de sus meses en el estado de Washington (en la localidad de Redmond, donde está la sede central de Microsoft) es la cordialidad y la mentalidad abierta de la gente que conocieron, que les hicieron sentirse realmente a gusto.
Ese ambiente esperan encontrar también en Vancouver, y les vendrá bien, ya que dicen que “lo que siempre se echa de menos cuando estando fuera, en nuestro caso en Valencia, en Redmond (su primera etapa en la empresa) y ahora en Canadá, es la gente de La Rioja, su forma de ser y su cariño”.
También tienen palabras de nostalgia anticipada cuando hablan de los paisajes riojanos, “el verde, el entorno natural que tenemos, es un tesoro, en parte una de las cosas que nos hizo sentirnos a gusto en Redmon fue que el entorno era también una maravilla”.
La semana que viene empezarán a ver qué les depara Canadá. “Si no estuviéramos bien, siempre podemos volver, pero por intentarlo desde luego, que no quede”.
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