Cambia denuncia una “doble estafa” en la gestión del CCR
Celebrar bodas y banquetes cuando está estrictamente prohibido, no cumplir los horarios o no prestar muchos de los servicios comprometidos. Son algunas de las infracciones que ha denunciado Cambia Logroño tras un minucioso análisis del contrato de concesión que mantiene el Ayuntamiento con la empresa que gestiona la explotación del Centro de la Cultura del Rioja, SAPJE-OSGA.
Han recordado que esta sociedad ha recibido ya 877.799 euros del Ayuntamiento de Logroño, una cifra que aumentará hasta los 972.000, como establece el contrato, hasta el año 2018. Sin embargo, al parecer no han cumplido su parte, “ni el objetivo, ni el pliego de condiciones, ni la oferta”.
Respecto a las condiciones obligatorias que establecía el pliego, Cambia apunta hasta siete incumplimientos. No se ha puesto en marcha una agencia de viajes ni una oficina de atención al peregrino. El Vinobar tampoco cumple con todas las condiciones establecidas, y la ludoteca-guardería es atendida por el propio personal del centro, sin profesionales formados específicamente para ello. Además, no se están haciendo talleres escolares ni se cuenta con un programa de formación (se establecía que se iban a impartir incluso másters MBA). En cuanto al museo temporal, “sólo constan tres exposiciones”.
A todo esto, la empresa sumaba también otros servicios que mejoraban su oferta y que también parecen haber incumplido. Se comprometían a 6.048 horas de apertura que, teniendo en cuenta los horarios que detallan en la web, no pasan de 5.840. Tampoco han avisado cuando se han modificado los horarios establecidos ni han cumplido con sus compromisos de difusión y promoción.
No han ofrecido el catálogo de catas especializadas que ofertaban, ni cuentan con un servicio especializado de atención al peregrino con catas y visitas, “sino con un simple punto de información”. No se sabe nada del Rioja Wine Internatinal Meeting que iba a traer a Logroño a cocineros como David Muñoz o los hermanos Roca, ni se emiten las proyecciones entre semana, ni se ha creado la figura del embajador del CCR que contemplaba su oferta.
Sin embargo, según denuncia Cambia Logroño, sí han utilizado el patio central para actividades que nada tienen que ver como el vino como las clases de baile o la celebración de conciertos, “a pesar de que el edificio no tiene la clasificación tipo 1 como sala de conciertos, habiéndose producido quejas de los vecinos”.
Señalan además como incumplimiento muy grave que se han celebrado bodas y banquetes de todo tipo, cuando es algo que está expresamente fuera del catálogo de servicios de esta instalación.
Ante esta situación, consideran que se ha cometido un doble fraude, por un lado por parte de la empresa hacia el Ayuntamiento y por otro por parte de la institución hacia los logroñeses. Pedirán por tanto explicaciones a Pilar Montes, concejal de Turismo de quien se preguntan “si está trabajando para los vecinos de Logroño o para una empresa privada”.
Señalan además que no hay constancia de ningún informe de actividad cuando se deberían hacer trimestralmente y piden al PP “que dejen de entender la cultura como un negocio”.
A la empresa le reprochan también la realización de contratos parciales y en situación precaria a sus trabajadores, subvencionados en algunos casos con fondos europeos, lo que han calificado como un “negocio redondo”.
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