Hola.
Agarra un café y vamos al lío. ¡Buenos días!
Israel bombardeó anoche Rafah, ciudad al sur de Gaza que se comprometió a respetar como refugio de los cientos de miles de desplazados que allí se refugian por la masacre en el resto de la Franja. EEUU y la ONU le habían pedido que no lo hiciera. Egipto y Qatar habían propuesto para evitarlo una tregua que Hamás había aceptado. Pero les ha dado igual. El Gobierno de Netanyahu ordenaba este lunes por la mañana el desalojo de parte de la ciudad y al cabo de unas horas lanzó ataques contra lo que definen como “objetivos terroristas de Hamás”.
Mientras tanto, Bélgica se suma a España e Irlanda como países europeos que piden el reconocimiento internacional del Estado Palestino cuanto antes. Para cuando suceda, lo mismo no hay nada que reconocer sobre el terreno.
El otro día comentaba en el podcast que quizá vemos acampadas universitarias por Gaza en EEUU y no en España porque es allí y no aquí donde la protesta realmente tiene sentido: todo depende de EEUU. Pero con el paso de los días esa noción tan pragmática deja paso a la pulsión de la indignación: en facultades de Valencia, Barcelona, Euskadi, Madrid y Sevilla se están moviendo cosas.
José Luis Ábalos, exministro y exsecretario de organización de un partido que le ha acabado expulsando, ha comparecido durante dos horas en la comisión de investigación diseñada por el PP en el Senado. Dice que él no sabía nada de lo que hacía su asistente Koldo García, que las contrataciones las gestionaba un subsecretario y de hecho dice que eso de que hubiera una trama está por ver. Aquí los momentos más relevantes. Ha habido tiempo hasta para que Ábalos se explaye contestando a Vox sobre aquella operación supuestamente sospechosa en la que el entonces ministro fue al aeropuerto de Madrid para evitar que una vicepresidenta de Venezuela entrara en España. Entonces le acusaron en algunos medios hasta de narcotráfico. Por cierto, ayer trascendió una de las pocas buenas noticias que habrá tenido Ábalos recientemente: la agitadora ultra Cristina Seguí tendrá que pagarle 6.000 euros por insultarlo en Twitter.
Mientras la derecha se entretiene en especulaciones, aquí va otro nuevo dato de nuestra investigación sobre el fraude fiscal de Alberto González Amador: La pareja de Ayuso facturó trabajos durante su fraude fiscal a un socio en Panamá y contratista del PP.
Hoy en el podcast tratamos un asunto que, aunque no acaba de estar en los grandes titulares, sí está en nuestro bolsillo, en nuestras calles, en nuestros tejados y en el futuro de nuestro planeta: las tierras raras. Son minerales con los que se construyen las armas y los coches del futuro. Y hay todo un debate medioambiental sobre cómo hacer compatible ese futuro más verde con la necesidad de recursos que, de nuevo, nos obligan a explotar la tierra literalmente.
Hasta aquí llegamos por hoy.
Un abrazo,
Juanlu.
Sobre este blog
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