El Ayuntamiento viejo recupera sus chapiteles
Tras más de seis décadas desde su desaparición, el histórico número 2 de la calle Portales de Logroño - hoy sede del IER- ha recuperado los chapiteles que le dan nombre. Los 2 ornamentos arquitectónicos fueron retiros por motivos de seguridad en 1954 y con su recuperación, la Consejería de Educación, Cultura y Turismo culmina el proceso reforma iniciado en 2009 para adecentar las fachadas de Portales y Amós Salvador, y su patio interior, con una inversión de 482.464 euros.
El izado y colocación de los mismos, con un peso de 2.500 kilogramos cada uno, se ha celebrado a mediodía ante la expectación de numerosos logroñeses que no han querido perderse este momento histórico para la ciudad. El director general de Cultura, José Luis Pérez Pastor, ha destacado la relevancia de este proyecto que “dotará al edificio de la prestancia propia de su uso institucional y devolverá a la calle Portales una de las características más singulares de su perfil histórico”.
La intervención ha devuelto al edificio su imagen primitiva, con esos chapiteles que daban esbeltez, proporcionalidad y singularidad a su fachada principal, que recupera el empaque acorde a la función pública e importancia histórica de este palacio, símbolo institucional de la ciudad de Logroño por haber albergado durante más de un siglo (de 1862 a 1980) las dependencias del Ayuntamiento de Logroño.
Para su restauración se ha llevado a cabo un exhaustivo estudio histórico tanto del edificio, cuyo origen se remonta al siglo XVI, como de los chapiteles, que se incorporaron como remate a las torretas de la fachada en el siglo XVIII y que a largo de la historia del edificio sufrieron distintas modificaciones. De esta manera, el nuevo diseño ha tenido en cuenta documentos históricos como planos municipales del edificio y fotografías antiguas de los diseños anteriores.
El proyecto, dirigido por la arquitecta Ana María Hurtado Carrillo, ha dado solución a algunos problemas de desprendimientos de elementos de piedra en las fachadas, la presencia de humedades y moho en algunas zonas, el deterioro de la balaustrada principal, y el mal estado del revestimiento de mortero en el patio interior.
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