La Plaza del Mercado vibra con Celtas Cortos
Regresaron los Celtas Cortos a Logroño y ocurrió lo que tenía que ocurrir: la Plaza del Mercado se lleno a rebosar y todos juntos cantaron como si les fuera la vida ello eso de 20 de abriiiiiil del 90, hola chata, ¿cómo estáááás?, ¿te sorprende que te escribaaaaa?...
Es lo que pasa con Jesús Cifuentes 'Cifu' y compañía que montan una fiesta allí por donde pasan. ¿Quién no saltado enfervorecido con sus temas? Este veterano grupo de folk rock con influencias celtas fue teloneado por el cantautor najerino Jorge García, que estuvo acompañado por una banda de músicos riojanos.
El del Celtas Cortos fue el último de los grandes conciertos de las Fiestas de San Mateo, que han dado para mucho en términos musicales. Un rápido repaso. El primero tuvo lugar el mismo sábado, nada más lanzar el cohete, de la mano del cantante, productor y DJ Carlos Jean. Ya saben: ritmo, saltos y mucho buen rollo.
El domingo fue el turno del rock sureño de M Clan, que llenó a reventar la plaza del Ayuntamiento: rondó las 6.000 personas según datos del Ayuntamiento de Logroño. El ambiente, como siempre que andan por medio Carlos Tarque y Ricardo Ruipérez, increíble. Ese mismo día, por cierto, tuvo lugar la Batalla de Gallos de Urban Roosters, que congregó en Logroño a 22 raperos procedentes de toda España.
Fangoria recaló el martes en el Palacio de los Deportes, que se lleno hasta la bandera: 5.000 espectadores bailando y coreando todos los temas del grupo integrado por Alaska y Nacho Canut, que se han convertido en banda sonora de más de una generación. Ejerció de telonero, por cierto, el grupo riojano Jafi Marvel.
La noche del miércoles correspondió a otro clásico: Nacha Pop, uno de los grupos icónicos de la movida madrileña, que logró encandilar al cuantioso público concentrado en la plaza consistorial con sus archiconocidos temas. Pues eso, todo el mundo cantando a voz en grito, aquello de la chica de ayer.
El jueves el Palacio de los Deportes vibró ayer a lo grande con el concierto de Robe, que fue precedido por el grupo riojano Vuelo 505. Roberto Iniesta, el que fuera cantante, guitarrista y compositor del grupo Extremoduro, protagonizó un conciertazo centrado en sus trabajos en solitario.
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