Y nos dieron las 10 y las 11...

@page { size: 21cm 29.7cm; margin: 2cm } P { margin-bottom: 0.21cm } Desde el 5 de septiembre se han puesto en marcha tres nuevas líneas del Bus Búho. Operan todos los viernes, sábados y víspera de festivos, con una frecuencia de 60 minutos, desde las 11:30 a las 6:30 horas de la madrugada.

El horario de estas nuevas líneas se ha ampliado media hora para que los jóvenes discotequeros puedan apurar hasta el último minuto en estos recintos. Así, podrán demostrar su gracia en las pistas de baile y su desparpajo en las relaciones personales de última hora denominadas 'ahora o nunca' hasta que el portero de turno cierre las puertas.

Si nuestra presa no ha sucumbido a nuestro seductor ritual de apareamiento, es el momento de correr hacia la parada más cercana que, sea cual sea la discoteca a la que hayamos acudido, es la de 'La Glorieta'. Todavía se puede ver a muchos jóvenes merodeando por los alrededores de esta parada con la estéril esperanza de que este vehículo con nombre de ave nocturna les lleve a casa después de una ajetreada noche.

Los jóvenes conversan sobre lo acontecido e inmortalizan el momento en el mítico fotomatón mientras pasan los minutos a decenas. Transcurre incluso la hora de espera de rigor, pero ese animal rapaz no aparece. Aunque a altas horas de la madrugada suele brillar por su ausencia, llega el momento de aplicar la lógica. Habrán cambiado las paradas.

Así es. Sin embargo, en la marquesina no figura ningún cambio. Aparece la antigua ruta. Según el concejal de Vialidad, Domingo Dorado, se ha publicado en el periódico del Ayuntamiento 'De Buena Fuente', se ha anunciado en el interior de los autobuses y se han colocado carteles en todas las marquesinas.

Se debe referir a éstos que pueden encontrar, por ejemplo, en la parada de la Gran Vía. Lugar por donde la línea 'Avenida Madrid-Varea' no pasaba y que ahora si pasa, pero con otro nombre, 'La Cava-Varea'.

La paradoja viene ahora. Pueden rastrear el cristal de la marquesina de 'La Glorieta', parada del antiguo búho que llevaba a Varea. Miren, busquen, que no encontrarán ninguna advertencia. Con lo cual, pueden ustedes ir aprendiéndose la letra de la canción del célebre Sabina: “Y nos dieron las 10 y las 11, las 12 y la una, las dos y las tres...”, o mejor, vayan a las paradas de Gran Vía, que seguro que aciertan.