Los Spurs, a reivindicarse
Los San Antonio Spurs, actuales campeones, tienen una rémora en su historial: fueron los triunfadores de una de las peores finales en la historia de la NBA, en la que arrasaron a los Cleveland Cavaliers tras haber llegado hasta allí con mucha polémica de por medio. Sin embargo, su domino en los últimos tiempos apenas admite discusión: han ganado cuatro títulos en nueve años y han puesto su esperanza en un nuevo anillo que barra cualquier duda.
Al frente, el alero Tim Duncan, líder del equipo, un hombre cuyas grandes actuaciones han quedado eclipsadas por dos 'inmigrantes': el escolta argentino Mani Ginóbili y el mediático base francés Tony Parker, marido de Eva Longoria. De ellos dependerá un nuevo título que la directiva no quiere ni oír mentar.
Porque a los Spurs les queda demostrar que son mejores que los Phoenix Suns. En la final de su conferencia de la campaña pasada, una acción de los San Antonio acabó como el rosario de la aurora y con varios grandes jugadores de los Suns, entre ellos Stoudemire, excluidos del último partido. Muchos pusieron entonces en duda la validez del triunfo de los Spurs.
En la nueva temporada, los Suns mantienen su columna vertebral. El base canadiense Steve Nash sigue siendo el líder del equipo, con Stoudemire y el alero Shawn Marion como fieles aliados en busca de un entorchado que se les resistió en la campaña pasada.
De los que fueron los gallitos en la temporada 2006-2007, los Cleveland Cavaliers parecen los más débiles. Sigue Lebron James, una de las grandes estrellas de la NBA, pero no han hecho refuerzos. Todo lo contrario que los Boston Celtics, que en su añoranza de tiempo mejores han echado el resto y han 'robado' a dos de los mejores jugadores de la liga: Kevin Garnet (ex-Timberwolves) y Ray Allen (ex-Supersonics). Con ellos en el equipo, los Celtics entran en las quinielas de todo el mundo.
Por supuesto, siguen como favoritos para su conferencia los mismos nombres de siempre (Detroit Pistons, Chicago Bulls) y queda por saber cómo se comportarán los españoles en un territorio tan complicado. Eso, junto a dudas no resueltas como el escándalo de las apuestas de los árbitros o el futuro de un Kobe Bryant que no quiere seguir en Los Ángeles, pero al que nadie le hace una oferta jugosa, abren la emoción más que nunca en la siempre espectacular NBA. El martes, pistoletazo de salida.
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