Más altas, más ágiles, más equilibradas
Un equipo de investigadores de la Universidad Temple (Estados Unidos) ha presentado en un encuentro científico su análisis sobre los efectos del yoga en mujeres mayores de 65 años. Según sus resultados, al incrementar gradualmente la intensidad del ejercicio, nueve semanas bastan para notar los beneficios de esta técnica: un centímetro más de altura (el promedio), paso más ligero al caminar y mejor sentido del equilibrio. Este último aspecto es especialmente importante porque ayuda a prevenir caídas, que afectan a un tercio de la población mayor y provocan un deterioro importante de la calidad de vida e ingresos en el hospital.
De acuerdo con el coordinador del estudio, Jinsup Song, el progreso de las participantes al final del trabajo ha sido “sorprendente”. “Demostraron una mejora en la fuerza de los músculos de las extremidades inferiores, lo que contribuye a la estabilidad”.
Después de completar el programa, las mujeres caminaban más rápido, con zancadas más amplias, y se mantenían durante más tiempo sobre una sola pierna. También mostraban más confianza en su capacidad de permanecer en equilibrio mientras estaban de pie y caminando.
Mientras las mujeres depositaban el peso en la parte delantera del pie mientras caminaban antes de practicar yoga, después su peso se distribuyó más equitativamente hacia la parte de atrás, algo que, según Song, podría contribuir a una mayor estabilidad y evitar las caídas, un riesgo para los ancianos, sobre todo para las mujeres.
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