Nueve millones de ecuatorianos convocados a las urnas
Poco más de nueve millones de ecuatorianos están convocados hoy a las urnas para votar en un histórico referéndum en el que deberán aprobar o rechazar la nueva Constitución, que consta de 444 artículos y fue redactada por 130 asambleístas en Montecristi con el objetivo de establecer un nuevo régimen político, jurídico y económico. Su principal impulso, el presidente, Rafael Correa, ha asegurado varias veces que renunciará si no se aprueba el texto constitucional.
SEGÚN LAS ENCUESTAS
Todo parece indicar que el presidente Correa no tendrá problemas hoy ya que, según se desprende de las últimas encuestas, el 57 por ciento de ecuatorianos votará por el apoyo a la nueva Constitución y solo 24 por ciento la rechazará, sondeo que no se puede difundir en Ecuador por la ley electoral que impide dar a conocer encuestas desde el 8 de septiembre pasado hasta después de la jornada electoral.
Las 48 horas previas al cierre de la campaña, el pasado jueves, estuvieron precedidas de intensas jornadas de marcha y movilizaciones de grupos sociales y políticos en favor y en contra de la carta magna elaborada por una Asamblea Constituyente durante ocho meses. En los medios aparecieron multitud de espacios con propaganda política.
Quito, Guayaquil, Portoviejo y Cuenca se convirtieron en centros de gran actividad electoral para pedir a la ciudadanía el voto a favor y en contra del proyecto. Al igual que anteriores días, los partidarios del 'Sí' entregaron en Quito copias de la Constitución y explicaron los pormenores del texto.
Los promotores del 'No', liderados por el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, realizaron marchas por varios puntos de la ciudad, en busca de ganar adeptos con el propósito de evitar la aprobación de la Carta Magna que abre las posibilidades a un cambio de las estructuras de poder en Ecuador.
Las mayores confrontaciones se registraron en la ciudad de Guayaquil, considerada el cuartel general de los socialcristianos, donde los partidarios del 'Sí' y el 'No' intensificaron sus acciones esta semana. De hecho, el presidente Correa se trasladó el pasado martes a la ciudad para presidir la campaña de los defensores.
El mandatario aseguró el pasado jueves que la consulta de mañana decidirá el futuro del país, entre el “pasado de oprobio o un futuro de equidad, igualdad y dignidad”. “Votar Sí representa apostar por un nuevo Ecuador, esa patria altiva y soberana en la que han soñado tantas generaciones de ecuatorianos”, subraya.
El mandatario alertó que no se trata de la elección de un jefe de Estado o de un alcalde. “Es la elección entre un nuevo modelo de sociedad, basado en la solidaridad, justicia y bienestar para todos y todas; o, lo mismo de siempre, es decir la ley del todo para mí, nada para los demás”.
VOTO EN EL EXTERIOR
La nueva Constitución prevé cambios importantes para ecuatorianos en el exterior, ya que contempla la posibilidad de votar en las elecciones municipales, coincidiendo con la propuesta del PSOE para que los extranjeros puedan votar en España, para lo cual tiene que haber reciprocidad en el país de origen.
ESPAÑA
En España tienen derecho a participar en el referéndum casi 93.000 ecuatorianos, la mayoría de ellos empadronados en Madrid, Murcia, Barcelona y Valencia, convirtiéndose en el mayor grupo de nacionales de ese país con derecho a voto en el exterior, según informó recientemente el embajador de Ecuador en España, Nicolás Issa Obando.
“Si fuera excesivamente socialista (el proyecto de Constitución), tengan la seguridad de que el poder económico ecuatoriano hubiera utilizado todas sus fuerzas en contra”, afirmó este viernes el diplomático, quien invitó a todos los ecuatorianos a ejercer su derecho a voto. Los ecuatorianos en su país están obligados a votar pero los que se encuentran en el extranjero no.
La nueva Constitución rechaza el aborto y los matrimonios homosexuales. Invoca a Dios, protege al ser humano desde el momento de su concepción, considera el matrimonio la unión entre un hombre y una mujer y la adopción se permite para uniones de dos personas de distinto sexo.
También recoge derechos, como el derecho a heredar de unos de los miembros de una pareja homosexual, si el otro fallece; o que la mujer y la familia tengan el derecho de decidir cuando y cuantos hijos quieren. Lo que sí hay es una rigurosa recaudación de impuestos -que antes no existía-, y una buena administración de los negocios del Estado y transparencia en esa administración.
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