Ouattara podría tener el apoyo del 60% del Ejército
Tras pasar más de un mes desde la celebración de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, Costa de Marfil sigue viviendo una situación de continua inestabilidad y caos político, al no querer abandonar el poder Laurent Gbagbo, presidente del país hasta el pasado 28 de noviembre cuando Alassane Ouattara ganó los comicios.
Uno de los principales motivos por los que se creía que Gbagbo seguía en el poder es el fuerte apoyo que recibe de las fuerzas armadas marfileñas, algo que contrasta con la última declaración del primer ministro del país, Guillaume Soro.
Según Soro, más del 60 % de los soldados marfileños votaron a Ouattara, en las elecciones del pasado 28 de noviembre. “Todos los hechos muestran que el jefe de Estado tiene el apoyo de nuestro brazo republicano del Ejército. Los signos son claros”, declaró.
Algunas informaciones apuntan a que Gbagbo está reclutando a milicianos, lo que a entender de Soro pone de manifiesto que “no tiene el apoyo del Ejército”. Una “milicia no tiene razón de ser en una república”, añadió en declaraciones citadas por la agencia africana APA.
“Ahora todo el mundo sabe que más del 60 % de nuestras fuerzas de defensa y seguridad [FDS] han votado al candidato de la [Agrupación de Houphouëtistas por la Democracia y la Paz] RHDP. Esto realmente muestra el claro mensaje de la mayor parte de las tropas marfileñas”, añadió.
Preocupación internacional
El tiempo transcurrido y la falta de acuerdos hacen que la comunidad internacional tema el reavivamiento de la guerra civil en Costa de Marfil. Los llamamientos para que Gbagbo abandone el poder han sido constantes, pues desde Naciones Unidas y desde terceros Estados se ha reconocido a Ouattara como presidente electo del país.
En esta línea, el gobierno de Estados Unidos se ha mostrado “abierto” a ayudar a Gbagbo para que tenga una “salida digna”, a cambio de que ceda el poder. Así lo aseguró una fuente de la administración estadounidense que, sin embargo, admite que llevará “algo de tiempo” resolver la crisis política que atraviesa el país africano.
“Si el presidente Gbagbo busca una salida digna, seguimos abiertos a ayudarle con eso. Pero no hay indicios de que esté preparado para abandonar, todo apunta a que se mantendrá en su postura”, lamentó el portavoz.
Por otro lado, representantes de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) y de la Unión Africana también han pedido personalmente a Gbagbo que ceda el poder a Ouattara y le prometieron, a cambio, “seguridad”.
Cuatro líderes africanos mantuvieron un encuentro durante varias horas con Gbagbo, para después partir hacia una reunión con Ouattara en el hotel donde permanece recluido y donde se encuentra protegido por cascos azules de la ONU.
Esta es la segunda visita a Costa de Marfil del presidente de Benin, Boni Yayi, Sierra Leona, Ernest Bai Koroma, y Cabo Verde, Pedro Pires. A ellos se añadió el primer ministro keniano, Raila Odinga, en representación de la Unión Africana.
“Vinimos para mantener un diálogo con intención de resolver la crisis”,
declaró Odinga ante la prensa al término del encuentro con Gbagbo en el palacio presidencial.
La CEDEAO ha llegado a amenazar con utilizar la “fuerza legítima” si el presidente no renuncia de forma pacífica al cargo, mientras que el gobierno nombrado por Ouattara ha advertido de que estas negociaciones marcan la última oportunidad de Gbagbo de formalizar una transición pacífica y en la que goce de inmunidad.
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