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Récord de incendios en plantas de reciclaje: un problema que crece y nadie se hace responsable

Un incendio en una planta de gestión de residuos de Logroño el pasado 2 de agosto

Ester Fernández García

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Hasta 25 incendios se han contabilizado en plantas de reciclaje y gestión de residuos durante el pasado mes de julio. Un récord dentro de una actividad económica que ya de por sí sufre una alta siniestralidad. En lo que va de año, ya han sido 102. Los expertos aseguran que no hay ninguna otra actividad económica con tal nivel de incendios, ni siquiera los que trabajan con materias primas inflamables. Aunque no hay datos oficiales, las cifras recogidas por varios expertos indican que se están quemando plantas de gestión de residuos a un ritmo de dos a la semana de media anual.

Este verano se han producido en La Rioja dos incendios en plantas de gestión de residuos, en Casalarreina y Logroño, con apenas una semana de diferencia. En ambos casos el fuego se inició en los materiales almacenados fuera de las naves, algo habitual en estos sucesos.

El 28 de julio se produjo el incendio en Casalarreina, en una planta dedicada al tratamiento de triturados de residuos metálicos, que recibe y almacena grandes cantidades de caucho. A principios de junio, se había producido otro incendio en la misma empresa. La asociación ecologista Amigos de La Tierra ha denunciado ante la Consejería de Medio Ambiente y el Seprona por trabajar sin autorización ambiental integrada y sin las adecuadas medidas antiincendios. Piden el cierre, la retirada de residuos inmediata y la aplicación por una sanción por una infracción muy grave.

Solo cinco días después, la planta de Recirsa en el Polígono Cantabria II de Logroño también se incendiaba durante la madrugada del 2 de agosto. El fuego no afectó a maquinaria ni a naves colindantes, pero sí se extendió al Monte Cantabria, donde quemó casi una hectárea y media, y al material almacenado en el exterior.

Tendencia creciente: a punto de superar en agosto los incendios en plantas de residuos de todo 2009

¿Qué está ocurriendo y por qué se producen tantos incendios en estas empresas? Lo cierto es que no hay una única razón, sino un abanico de cuestiones que hacen difícil encontrar una solución, desde las negligencias hasta la intencionalidad, desde la falta de suficientes medidas de seguridad en un sector con poco margen de beneficio hasta la incendios intencionados por la competencia, contando también con la poca responsabilidad de otras partes de la cadena de valor del reciclaje.

Mientras, hay una preocupación por la tendencia creciente de estos incendios en plantas de gestión de residuos. Hasta el 16 de agosto de 2024 han contado 102, apunto de alcanzar los 109 que se contabilizaron en todo el año pasado. Sin embargo, no hoy estadísticas oficiales. Estas cifras las contabilizan expertos interesados en la cuestión, como Fernando Follos, a partir de las noticias publicadas. Lo que significa que hay ligeras diferencias según el modo de cuantificar de cada uno y que quizás puedan ser incluso más, ya que no se pueden cuantificar los que no llegan a los medios de comunicación.

Está de moda decir que una parte de las cosas es reciclada pero hay toda una cadena de valor que no se responsabiliza del problema de los incendios

Alberto Vizcaíno Ambientólogo y experto en gestión de residuos

“Gran parte del problema es que la gestión de residuos es una actividad con poco margen de beneficio y las medidas de prevención y gestión de incendios son caras”, apunta Alberto Vizcaíno, ambientólogo y autor del libro Contenedor Amarillo S.A. Sin embargo, los gestores de residuos, que habitualmente son empresas pequeñas, “están solos ante este problema, hay una cadena de valor que no se está responsabilizando”, señala este experto. Y es que son solo una pieza más de la cadena del valor del reciclaje pero no reciben un apoyo firme de las empresas que aportan productos ni de las industrias que dicen usar materias primas recicladas como parte de su fabricación. “Está de moda decir que una parte de las cosas es reciclada pero esa industria no pone los recursos necesarios para que el gestor de residuos pueda atacar el incendio o prevenirlo”.

Las causas que producen los fuegos son numerosas pero Vizcaíno apunta como habitual una negligencia. Muchas de estas plantas trabajan por encima de la capacidad de carga de fuego que tienen homologada, es decir, se calcula la magnitud que puede adquirir un incendio en función del material almacenado en una instalación y en función de ello, se marcan unos medios concretos de prevención y gestión de incendios en caso de que se produzcan. “Se almacena mucho material que a veces no tiene salida directa en el mercado y está almacenado mucho tiempo de manera no adecuada”.

Hay plantas homologadas, que pasan auditorías y aun así sufren incendios. Pero también hay casos de fuegos intencionados, incluso por ajustes de cuentas entre gestores

El control también es complicado. La mayoría de los incendios se producen en plantas de gestión de residuos domésticos, no industriales, algunas de ellas de pocas dimensiones y que solo se dedican a almacenar. En muchos de estos casos ni siquiera requieren de autorización ambiental y basta con una comunicación previa a la administración. Por eso, el experto Alberto Vizcaína considera que la inspección ambiental tiene poca capacidad para llegar a todas las instalaciones que hay de este tipo, que sí pasan auditorías independientes. De hecho, también hay incendios fortuitos: “Hay empresas homologadas, que pasan auditorías, como plantas de Ecoembes y salen ardiendo varias veces”.

Y en este problema de múltiples causas también existe otra, la de los incendios provocados. Aunque tampoco hay cifras exactas, algunos testimonios del agentes del Seprona apuntan a que cerca del 15% son intencionados. “Hay casos de ajustes de cuentas entre gestores de residuos, algunos trabajan de forma irregular y mantienen su posición en el mercado a cualquier coste, también afectando a empresas que lo intentan hacer bien. Pero no son la mayoría”, tranquiliza Alberto Vizcaíno.

Mientras el problema crece en todo el país y también en países de nuestro entorno, como Reino Unido, y la preocupación también empieza a extenderse, las soluciones no parecen llegar. El reciclaje aporta valor a los productos pero toda una cadena de producción parece cerrar los ojos ante los incendios que cada vez sufre más asiduamente y de los que ni siquiera hay datos oficiales.

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