Repercusiones de Wikileaks en la libertad de expresión
Las filtraciones de más de 250.000 cables secretos del departamento de estado de EEUU, que se vienen publicando en cinco periódicos del mundo desde el pasado mes de noviembre, que tienen como única fuente el portal Web Wikileaks y la detención de su fundador, julian Assange , han provocado que en el mundo se cuestione la situación del derecho a la libertad de expresión.
Desde el primer intento de sacar a luz pública las primeras revelaciones sobre secretos de la diplomacia estadounidense, Wikileaks recibió un primer ataque, anunciado por el propio portal a través de Twitter.
Sin embargo, su creador, Julian Assange, le facilitó los cables filtrados a cinco periódicos con el objetivo que estos los transmitieran al mundo. Le Monde , de Francia; El País , de España; Der Spiegel, de Alemania; The New York Times , de EEUU; y The Guardian , de Inglaterra, han difundido hasta la fecha mas de 250.000 documentos confidenciales, entregados por Wikileaks, sobre los secretos de la diplomacia estadounidense.
Estos cables secretos incluyen, en su mayoría, informaciones de corrupción que involucran al Gobierno norteamericano con casi todo el resto de los países del mundo, acción que ha generado que EEUU critique severamente las filtraciones llegando incluso a producirse amenazas a Assange según un portavoz de Wikileaks, Kristinn Hrafnsson, quien asegura que Assang está amenazado de muerte.
Cronología de la Censura cibernética a Wikileaks
Tras la publicación de los primeros cables, Wikileaks experimenta una negación de servicio (DDOS), lo que significa un ataque a un sistema de computadoras o red que causa que un servicio o recurso sea inaccesible a los usuarios.
Ante estos ataques cibernéticos, el 30 de noviembre de 2010 WikiLeaks muda su información a los servidores Amazon EC2 de computación.
Por su parte, el 1 de diciembre del 2010 La República Popular China, bloqueó el acceso al sitio de WikiLeaks, esto como parte de la censura legítima establecida en dicha nación.
Sin embargo, los obstáculos para lograr el ingreso al portal Web no paraban
cuando este mismo día Amazon, ante las presiones del senador Joe Lieberman, presidente del Comité de Seguridad Nacional del Senado de EEUU, deja de alojar a WikiLeaks en su servidor.
El día 2 de diciembre de 2010 la empresa EveryDNS.net
(uno de los servicios de administración de dominios de Internet más conocido por el Sistema de nombres de dominio más extenso del mundo) rescinde el contrato con WikiLeaks cortando su acceso a la Red. Seguidamente, el ministro francés Eric Besson pide a OVH (otra empresa de alojamiento de portales Web) que deje de ofrecer sus servicios a Wikileaks.
En consecuencia el Partido Pirata suizo aloja hasta la fecha a WikiLeaks con la dirección wikileaks.ch y dos direcciones IP: http://46.59.1.2 o http://213.251.145.96.
El boicot se trasladó a otros niveles, cuando el 4 de diciembre la censura se convirtió en económica en el momento que PayPal (empresa que permite transferencia de dinero entre usuarios que tienen correo electrónico) cancela la cuenta que tenía con WikiLeaks, cortando así los ingresos que recibía el portal Web a modo de donaciones para financiarse.
Posteriormente, MasterCard, Visa y PostFinance - Swiss también bloquearon la posibilidad de donaciones o pagos a WikiLeaks.
El último obstáculo lo colocó Twitter el 9 de diciembre al cancelar la cuenta de un grupo de apoyo a WikiLeaks, Anonymous, mientras que Facebook eliminó de su portal la página en defensa de Wilileaks denominada Operation Payback
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Contra su fundador: Assange
Actualmente Julian Assange se encuentra en el Reino Unido en libertad condicional por unas acusaciones de abusos sexuales en Suecia, que según el acusado son una simple excusa que esconde el fin político de castigar y frenar las actividades de Wikileaks.
Además, el fundador de Wikileaks se encuentra a la espera de se lleve a cabo una nueva sesión judicial donde se decidirá su extradición a Suecia, que lo reclama por estos delitos.
Sin embargo, Assange dijo a la cadena de televisión BBC que luchará contra su extradición porque no cree que se vaya a hacer justicia con él en ese país insistiendo que el móvil de su entrega es “político”.
El fundador de Wikileaks ha manifestado también su temor a que EEUU trate de extraditarlo para juzgarlo en ese país. Este temor viene de las publicaciones destacados políticos estadounidenses han solicitado incluso la pena de muerte para Julian Assange, alegando que las filtraciones ponen en quiebre la seguridad de Estados Unidos.
Por su parte la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) señaló en un comunicado enviado al presidente de Estados Unidos Barack Obama y al fiscal general de este país su “preocupación por la información que ha recibido sobre las intenciones del Ministerio de Justicia de EEUU de emprender acciones judiciales contra Julian Assange y sus colaboradores de WikiLeaks”.
RSF añadió estar de acuerdo con el análisis de profesores de la Universidad de Columbia, quienes calificaban de excesiva la reacción del gobierno estadounidense con respecto a las filtraciones, reacciones que atenta contra la democracia.
En este sentido, se ha dado a conocer de una carta enviada por el Gobierno de EEUU, específicamente por el asesor legal del Departamento de Estado, Harold Hongju Koh, a Julian Assange, donde le decía que la divulgación de estos documentos obtenidos de funcionarios sin autorización oficial puede tener “consecuencias graves”.
Koh, informó a Assange de que estas filtraciones “se entregaron en violación de la ley de EEUU y sin consideración por las consecuencias graves de esta acción”, describiéndolas como “una diseminación ilegal de documentos secretos que pondrá en peligro la vida de incontables personas”.
Por su parte, a pesar de que la ONU y la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) defienden la libertad de información, en este caso mediante un comunicado, recordaron que tanto los periodistas como demás actores que actúen como comunicadores también tienen responsabilidades.
Los relatores de estas dos organizaciones, CIDH y ONU, Catalina Botero y Frank LaRue respectivamente afirmaron que “La responsabilidad periodística es especialmente necesaria cuando se reporta información de fuentes confidenciales que puede afectar valiosos bienes jurídicamente protegidos como los derechos fundamentales o la seguridad de las personas”.
En defensa de la Libertad de expresión
A pesar de estos ataques que muchos consideran censura a la libertad de expresión, libertad de información y libertad de prensa, Assange tiene miles de seguidores en todo el mundo quienes apoyan y defienden sus acciones.
Con respecto a los ataques al portal Web Wikileaks, la empresa islandesa DataCell, que actualmente facilita los pagos dirigidos al portal, anunció que tomará acciones legales para hacer posibles las donaciones de nuevo, a través de unas declaraciones del jefe ejecutivo de la compañía Andreas Fink, quién dijo que demandará a MasterCard y a Visa por bloquear las posibilidades de pago a Wikileaks.
Mientras que desde el 10 de diciembre Anonymous ha modificado su estrategia de ataques contra aquellas empresas de servidores, dominios y financieras que han bloqueado a WikiLeaks, con la práctica de menos ataques y más divulgación de las filtraciones.
Por su parte, la presidenta de Media Arts and Entertainment Alliance, Ged Kearny, anunció por medio de un comunicado que
“WikiLeaks está realizando, simplemente, la misma función que han realizado durante siglos los medios de comunicación, facilitar la publicación de información en interés del público”.
Kearny añadió que “los derechos de Assange deben ser respetados igual que los de cualquier periodista, ya que no ha vulnerado el derecho australiano, y como ciudadano de este país la administración de Canberra debería apoyarle”.
En este mismo orden de ideas, el sindicato australiano de periodistas entregó el pasado 23 de diciembre a Julian Assange, un carné que lo hace miembro honorario y manifiesta su apoyo por parte del sindicato en nombre de la libertad de expresión.
La organización RSF también se ha manifestado alojando a Wikileaks a través del anuncio de la apertura de una Web espejo, a través de la cual las personas tendrán acceso a los cables diplomáticos difundidos por el portal de Julian Assange.
RSF expresó en un comunicado que “damos simbólicamente nuestro apoyo al derecho de Wikileaks a publicar información y no ser obstaculizado en esta labor”, añadiendo que esto es en respuesta a “la censura que se quiere imponer a Wikileaks”.
El artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos
establece que “todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.
Los ataques a Julian Assangue por parte de diversos actores de poder en EEUU han puesto en duda que actualmente se le este dando un fiel cumplimiento a este derecho fundamental, la Libertad de Expresión.
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