Resurge Unicaja
El Unicaja de Málaga mantuvo vivas las esperanzas en el 'Top 16' tras vencer al CSKA de Moscú (72-67), vigente subcampeón de Europa, que no fue ni la sombra de otras ocasiones, lo que le permite seguir teniendo opciones después de sumar su primera victoria en esta fase merced a un inicio de tercer cuarto sensacional.
Los de Scariolo saltaron tras el descanso convencidos y necesitados de una victoria que antes del partido era clave. El trabajo de Daniel Santiago (20 puntos y 26 de valoración) fue exquisito y Haislip (11 puntos) también se propuso ayudarle cuando el marcador soplaba a favor de los andaluces.
Y es que los mejores momentos del Unicaja llegaron cuando Papaloukas perdía la imaginación. El astro griego, que repartió cuatro asistencias en los dos primeros cuartos, marcó --como de costumbre-- el paso de los de Ettore Messina, apoyados también en la facilidad de Holden para conducir el balón.
El Unicaja estuvo acertado, pero más bien el 'todopoderoso' CSKA no estuvo a la altura. El ejército ruso de Messina se relajó en exceso pensando en su ventaja de victorias que le hacen liderar su grupo en el 'Top 16' y dejó creer en una utopía al conjunto malagueño, que estaba muy hambriento.
UNICAJA, ENRABIETADO
Antes de llegar al ecuador del choque, Trajan Langdon se había empeñado en fastidiar el buen hacer malagueño, dado el nefasto encuentro del ex NBA Victor Khryapa, que no anotó en sus cuatro intentos y cometió tres faltas. Aún así, entre Siskauskas y Andersen mantuvieron con vida a los suyos con más oficio que brillantez.
Sin embargo, cuando los pupilos de Scariolo pisaron el parqué de nuevo, todo cambió y aplicaron un baloncesto de rabia, de garra. Un parcial de 10-2 culminado con un mate de Haislip puso el partido muy de cara (54-35), cuando aún quedaban 14 minutos y algunos segundos para la conclusión del mismo.
Hasta entonces, Unicaja falló más que acertó, pero el CSKA no aprovechó la oportunidad, que recortó su diferencia en el electrónico. NDong se hizo fuerte en el rebote defensivo y los moscovitas seguían desperdiciando ocasiones. Un triple fallado por Papaloukas a falta de tres minutos fue la sentencia a un partido que acabó, contra pronóstico, de color verde.
La derrota ante el ViveMenorca en la última jornada de ACB había encencido las alarmas, pero la victoria de hoy, la decimosexta consecutiva en el viejo continente (no pierde en casa desde diciembre de 2006), consolida a Unicaja, que mantiene la vela encendida, y la llama con vida en Euroliga.
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