Sara Alba: “Atención Primaria ha sido la gran olvidada del sistema y eso no puede ser”
Sara Alba (Logroño, 1968) ha asumido la Consejería de Salud con el firme objetivo de reorganizar el sistema sanitario riojano en todas sus dimensiones. Estos cien primeros días de Gobierno le han servido para “simultáneamente, constituir el equipo de dirección y empezar a resolver cuestiones”. “Han sido días para leer mucho, estudiar, escuchar a personas muy diversas y tomar el pulso de la organización, así como para iniciar el capítulo de toma de decisiones”, explica la consejera.
También ha sido la primera consejera del Gobierno de Concha Andreu que ha tenido que pasar el trago amargo de una petición de reprobación en el Parlamento formulada por el PP y referente a un conflicto laboral con una trabajadora cuando era directora de la Residencia Santa Justa, petición que ningún grupo apoyó en la Cámara. “Creo que a quien le corresponde contestar sobre esto es a quien intentó, con artes sucias y feas, manchar un buen nombre profesional. Pero si alguien quería desorientar nuestro esfuerzo ante el trabajo que nos han encomendado los riojanos, se ha demostrado que no han conseguido despistarnos ni un solo minuto. Fue un intento de absoluta desestabilización, aunque indudablemente fue un desastre para quien lo propuso”, subraya Alba.
- Después de dos décadas del Gobierno del Partido Popular, con unas dinámicas muy hechas a nivel político y administrativo, ¿ha sido fácil encajar o ha habido mucho que romper?
- Nosotros somos más de construir. El equipo de esta Consejería tiene mucha trayectoria profesional y ha hecho cosas muy difíciles en otros campos, lo que es un valor. Y una de las principales dificultades con que nos hemos encontrado es la profunda atomización de la Consejería. Esto tiene poco que ver con la eficiencia y la eficacia y recomponer esta atomización, estas organizaciones, fundaciones, estructuras, paraestructuras, que además han estado trabajando de espaldas unas a otras, es un trabajo para esta legislatura. Insisto, nosotros somos más de tender puentes, crear sinergias, trabajar de manera coordinada. En esto hemos puesto mucha energía, porque supone cambiar la cultura de una organización y esto no se hace en cien días.
- Entre sus prioridades al tomar posesión destacó la mejora de la Atención Primaria y de Urgencias. ¿Qué se está haciendo para conseguirlo?
- Se trata de una preocupación que no solo nos preocupa a nosotros, sino que en el ámbito estatal está latente. El Ministerio ha elaborado un Plan Estratégico de Atención Primaria que para nosotros es el libro de cabecera, porque no podemos hacer cosas que no se hagan de manera organizada y orquestada con otras comunidades. Hemos hablado a título personal con un gran número de profesionales y también hemos tenido una reunión más formal con algunos responsables de Atención Primaria para revisar conjuntamente un documento que venían elaborando.
Atención Primaria ha sido la gran olvidada del sistema. Gran parte de los recursos han ido al mundo hospitalario, desproporcionando el sistema y esto no puede ser, porque la Atención Primaria no solo es la puerta de entrada al sistema, sino la responsable de hacer ese trabajo de salud comunitaria y de prevención. Nosotros queremos interconectar el sistema y las medidas que adoptemos, no solo en materia de refuerzos, que habrá que hacerlo, sino también de definición de competencias- la enfermería, por ejemplo, tiene un papel básico que hay que repensar- tienen que confluir en esa visión de conjunto.
- Ha hablado de refuerzos y la percepción es son especialmente necesarios en el medio rural. ¿Cómo se va a abordar este problema?
- La Agenda de la Población está en la cabeza de todos. Los servicios sujetan población y para nosotros, todo pasa por hacer un buen mapa de lo que está sucediendo. Estamos manteniendo recursos con un planteamiento de la población de hace 10-12 años, y esa no es la fotografía actual. Habrá que tomar decisiones de reorganización, redistribución, incluso 'inventarnos' alguna fórmula. A veces pensamos que el servicio solo puede estar 24 horas al día y 365 días al año, pero igual tenemos que ir a otros modelos como la itinerancia, la agrupación del servicio en mancomunidad... El foco hay que ponerlo en dónde está la población, qué perfil sanitario requiere no solo hoy, sino a medio y largo plazo. La vida de nuestros pueblos tampoco es la misma en verano y en invierno, y sus recursos no pueden ser los mismos en diciembre que en agosto.
- En relación con esta distribución de servicios, desde zonas como La Rioja Baja se viene reivindicando la libertad de elección de médico y centro. ¿Se va a profundizar en ese proceso, ofreciendo acudir a alguna especialidad más en Logroño?
- Es público que la integración de la Fundación Hospital de Calahorra en el sistema hay que hacerla, sí o sí. Y eso pasa porque los servicios se reconfiguren. El Hospital de Calahorra ha de ser la referencia de La Rioja Baja, pero nosotros hablamos de una Consejería que cura, que cuida y que humaniza. Y si tu entorno familiar está en un sitio distinto de donde tú resides es un elemento en la fórmula que hay que valorar. Pero también hay que organizarlo de forma protocolaria, porque no puede quedar al arbitrio de 'ahora quiero aquí, ahora quiero allí'. Se puede establecer la libre elección y también debemos explicar al ciudadano cómo hacerlo con un uso racional del servicio. Tenemos una sanidad que es la joya de la corona del Estado del Bienestar y nosotros hemos venido para que vuelva a lo público lo que nunca tuvo que salir de lo público. Y los ciudadanos tenemos que valorar el esfuerzo que supone para una Administración tener semejante sistema de salud pública.
- Incidiendo en esa recuperación de lo público, en estos cien días ya ha dado pasos en esta dirección, como el inicio del proceso para recuperar servicios que prestaba Viamed. ¿Cómo está ahora mismo la relación con la empresa? ¿El servicio se está prestando como se venía haciendo?
- Indudablemente. Las empresas prestadoras de servicios a la administración son grandes profesionales que saben hacer magníficamente bien su trabajo, y eso es algo que esta Consejería no ha dudado jamás. Otra cosa es cómo establecemos qué se deriva, en qué volumen, etc. Si la cartera de servicios pública no puede atender la totalidad de lo que la población demanda, eso hay que buscarlo fuera: también puede ser en colaboración con otras entidades públicas, otros hospitales del entorno... Lo que hemos venido a corregir nosotros es esto, por eso asumiremos los servicios de manera ordenada y responsable, porque hay que preparar además a la organización para ello, algo que tiene cierta complejidad. Para ello nos hemos dado este año, y con normalidad Viamed lo ha comprendido, con normalidad estamos derivando los casos cuando entendemos que procede y con normalidad la propia organización está repensando qué servicios puede, con tranquilidad, volver a hacer en el marco del servicio público.
-¿Qué servicios se han planteado recuperar con lo estudiado hasta ahora?
- (Ríe) Hemos estudiado varios, pero vamos a darnos un tiempo. Queremos tener datos sobre la mesa: cuántas derivaciones se hacían, en qué meses, a ver si somos capaces de entender alguna fórmula lógica de derivación. También es cierto que comprobamos que un porcentaje muy elevado de los riojanos prefieren esperar y ser intervenidos en el hospital San Pedro.
-En lo que respecta al párking del CIBIR, ¿ha habido alguna conversación con la empresa? ¿Cómo se prevé reorganizar el aparcamiento en el complejo sanitario?
- En lo que se refiere al rescate del párking, sigue su trámite ordinario. Pero esta decisión va a afectar al tránsito del tráfico en la totalidad del complejo hospitalario y eso es lo que hemos encomendado a la Fundación Rioja Salud para que prepare, junto con los expertos de Movilidad, la propuesta de cómo vamos a ordenar ese tráfico: qué está pasando en Urgencias, qué usos o malos usos se están produciendo, qué pasa con el transporte público, con los vecinos del barrio, con ese espacio para helipuerto donde yo solo he visto un cartel...
- Ha hablado de colaboración con otros hospitales, pero la derivación autonómica de pacientes ha generado no pocas tensiones, la última cuando desde el Síndic de Greuges catalán se hablaba de “sobrecoste” a sus arcas la atención sanitaria a personas de otras comunidades. ¿Cree que es un modelo viable?
- Claro que sí. Creo que en este caso no estamos hablando de un diseño de servicios sino de otras peleas políticas que nada tienen que ver con la salud pública. Nosotros no somos de mirarnos mucho al ombligo y creemos que se hacen más cosas juntos que solos. Tenemos una población de algo más de 300.000 habitantes y no podemos tener todas las especialidades médicas. Aun teniendo todo el dinero, el personal tiene que hacer con frecuencia la práctica médica.
“Tanta atomización probablemente ha multiplicado gastos por dos y por tres”
-Todo el dinero no, pero la Consejería ha visto incrementado su Presupuesto para 2020 en más de un 6%. ¿Cree que permite abordar los retos de su departamento para el próximo año?
- Vamos a ser cautos, a mí me parecen unos Presupuestos responsables con lo que hay. Es una gran responsabilidad, además, ser la Consejería con mayor presupuesto, eso pesa en la espalda. Pero el trabajo ahora está en recuperar esas áreas de eficiencia, porque tanta atomización probablemente ha multiplicado costes y gastos por dos y por tres. Indudablemente, a una consejera de Salud siempre le gustaría disponer de un crédito ilimitado para comprar máquinas de última generación o para tomar decisiones en materia de contratación.
-Ya que menciona el área de contratación, ¿cómo se está trabajando para conseguir que los mejores profesionales se queden o vengan a La Rioja?
- Resulta divertido o chocante que todos los consejeros nos quejamos de lo mismo, de que los profesionales quieren irse a otra comunidad. Más allá de la broma, para nosotros generar esta oferta tan potente va a permitir que aquellos profesionales que quieran construir su proyecto de vida personal y profesional puedan hacerlo con estabilidad. Se ha tenido a algunos especialistas en una situación extremadamente precaria y la oferta de empleo pública da esa tranquilidad y, como se hace con todas las garantías, se quedan los mejores.
En lo que respecta a la equiparación salarial, yo entiendo la reivindicación absolutamente legítima y válida de los sindicatos, pero las vías de financiación no son las mismas en La Rioja que en Navarra o Euskadi. Nuestro margen presupuestario es el que es y nos permitirá hacer lo que nos permita.
-¿Cómo se va a llevar a cabo la integración de la Fundación Hospital de Calahorra para garantizar precisamente esos principios de igualdad, mérito y capacidad que deben regir la selección desde la Administración?
- Nosotros hemos constituido una comisión en la que se van a sentar todos los agentes implicados, no solo quien integra sino quien va a ser integrado. Todas las partes tienen mucho que decir y cuando eso esté claro, tomaremos las decisiones que correspondan.
-El anterior Gobierno inició, no sin cierta controversia, la introducción del espacio sociosanitario en la comunidad. Teniendo en cuenta su bagaje profesional en el sector de los servicios sociales, ¿va a profundizar en esta línea?
- ¿Si no lo hacía yo quién lo iba a hacer? (Ríe). Yo creo firmemente en esto y vengo con la lección muy entrenada de casa. Nosotros estamos proponiendo el modelo de atención integral centrada en la persona. En ese modelo, el sistema entra y sale en función de lo que la persona necesita. En la actualidad eso es al revés, la persona entra y sale de los servicios que tiene el sistema. Si en la Europa del siglo XXI hay organizaciones que demuestran en la práctica que esto funciona brillantemente bien, nuestra obligación es ponerlo en marcha aquí. Aunque es también un cambio de cultura organizativa que no se hace en 16 minutos, requiere una formación muy específica. La coordinación sociosanitaria ya tiene rango en la estructura y no pasa porque Salud y Servicios Sociales se pongan de acuerdo en algunas cuestiones, sino porque el Gobierno de La Rioja de Concha Andreu coloque a la persona en el centro de atención.
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