“Se demostrará que el estudiante también puede formar parte activa de la toma de decisiones”
Las elecciones a Defensor del Universitario en la Universidad de La Rioja se prevén interesantes. Aprovechando los mecanismos de la LOU (Ley Orgánica de Universidades), un estudiante está planteando un serio debate: ¿puede la democracia universitaria respaldar las ambiciones de cualquier miembro de la comunidad educativa?
Con sólo veintiún años, pero una dilatada trayectoria como mediador y representante estudiantil en el IES Batalla de Clavijo y el Ayuntamiento de Logroño, David recaba apoyos entre el claustro para su candidatura al puesto de Defensor Universitario.
¿Eres consciente de la importancia que puede tener el resultado de este proceso?
Por supuesto; creará un precedente en la vida universitaria, ya que hasta ahora el papel del alumno ha sido mayoritariamente pasivo ante estos roles, un recorrido por algo precocinado y hermético donde no se ha previsto el desarrollo creativo y la potenciación del talento.
Con esta candidatura se demostrará que el estudiante también puede formar parte activa de la toma de decisiones, y que es capaz de identificar los problemas que afectan a todos los universitarios (desde el personal de limpieza al rector), planteando sus propias soluciones. Esto va a suponer un hito en la democracia universitaria europea, dado que hasta ahora no se ha presentado una candidatura así.
¿Cuáles son tus puntos fuertes en la campaña?
Ante todo, intento trasmitir mi dinamismo; creo que es básico reformar la imagen del Defensor Universitario, ya que el 90% de la actividad en Defensoría gira en torno a problemas que afectan al estudiante, que se suelen arbitrar por el profesor en el cargo. Suelen ser casos de desacuerdo en calificaciones o gestión interna, mientras que otros asuntos más graves o profundos quedan al margen. Problemáticas que serían mucho mejor entendidas por un alumno, por simple empatía.
Esto supondrá también alguna optimización de las funciones, que hará de ésta una institución más accesible y menos jurídica, a la que poder acudir para conseguir una ayuda efectiva y una escucha empática, activa e implicada. Para lograrlas, hará falta mucho esfuerzo y energía, cualidades que un estudiante rebosa. De momento cuento con el apoyo y la simpatía de buena parte del claustro y también del personal de la oficina del Defensor Universitario, que ha estado a mi lado desde el principio, en todo el proceso.
¿No crees que tu juventud pueda actuar como un factor adverso?
Bueno, más bien supondrá uno de mis puntos fuertes, como te comentaba. Hasta ahora, la figura del Defensor Universitario ha sido ostentada por un profesor, normalmente al borde de la jubilación, en busca de una interesante reducción de carga lectiva. Por eso creo que éste será un cambio decisivo para la comunidad, pues permitirá que un estudiante se demuestre capaz de representar y escuchar a todos, ejerciendo así la actividad de defensa con una nueva energía mucho más resolutiva.
¿Qué reacciones está despertando tu candidatura en el campus?
Cuanto menos, está levantando interés. Esto se refleja en que estoy recibiendo llamadas de cargos con los que nunca había hablado y también correos con apoyos. Todos quieren saber más de mí o conocerme, analizar mis propuestas y reflexionar conmigo sobre el panorama de la universidad.
Como quiera que esto acabe, se prevén unos comicios muy interesantes y muy disputados en la Universidad de La Rioja.
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