Texas ejecuta a dos hispanos en 48 horas
El inmigrante hondureño, Heliberto Chi, fue ejecutado en Texas después de que el Tribunal Supremo de EEUU rechazara un último recurso para que se aplazara el castigo. Chi, de 29 años, recibió una inyección letal en el penal de Huntsville, tras ser condenado a muerte por el asesinato en 2001 del sastre Armand Paliotta para el cual había trabajado. Tres horas antes de que el Supremo anunciara su dictamen, la Junta de Perdón y Libertad bajo Palabra de Texas había decidido que no intervendría en favor del condenado ante el gobernador del estado Rick Perry.
En menos de 48 horas, en el mismo Estado fue ejecutado el reo mexicano José Medellín, sin escuchar a la Corte Internacional de Justicia. La ejecución del mexicano José Medellín en el estado norteamericano de Texas “viola la legislación internacional” al socavar la autoridad de la Corte Internacional de Justicia, que exigía la revisión del caso, según afirmó Amnistía Internacional.
La organización en defensa de los Derechos Humanos, con sede en Londres, subrayó además su oposición a la pena de muerte en todos los casos, porque “viola el derecho a la vida y, por su naturaleza, constituye un castigo cruel, inhumano y degradante”.
El mexicano José Ernesto Medellín Rojas, de 33 años, fue ejecutado tras ser sentenciado a muerte en 1994 por el asesinato de dos adolescentes en Houston (Texas). El Gobierno de México envió una nota de protesta al Departamento de Estado norteamericano por la “violación del derecho internacional” que supone la ejecución del reo. La Cancillería mexicana dijo que el ajusticiamiento se realizó “en claro desacato” a una orden de la Corte Internacional de Justicia.
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