Un nuevo atentado en Afganistán acaba con la vida de al menos 25 personas
Veinticinco personas han resultado muertas y al menos 20 están heridas tras el atentado que se ha registrado en la provincia afgana de Nimroz. La bomba, colocada en la carretera, hizo explosión al paso de un autobús que viajaba desde esta provincia hasta Kabul.
Este tipo de artefactos, denominados “artefactos explosivos improvisados”, son la primera causa de muerte de las tropas internacionales desplegadas en Afganistán. Sin embargo, también afecta a menudo a la población civil, como ha ocurrido en este caso. Precisamente ayer, la Misión de Asistencia de la ONU en Afganistán (UNAMA), expresaba su preocupación por el gran número de civiles muertos el pasado viernes en otro atentado, y exigía que la investigación sobre lo ocurrido se realizara de la forma más transparente posible y que los resultados se hicieran público cuanto antes.
La organización Afghanistan Rights Monitor señala que en el primer semestre del año 2010 murieron en Afganistán al menos mil civiles como consecuencia de la guerra, lo que supone una media de seis muertes y ocho personas heridas cada día. De ellas, más del 60% se produjeron por la acción de grupos insurgentes, 282 civiles fueron víctimas de artefactos explosivos improvisados, y 127 personas fallecieron en atentados suicidas. Según esta misma organización, aunque el número de bajas provocadas por las fuerzas de la ONU y la OTAN se redujeron drásticamente, aún se registraron 210 muertes.
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