Unidos contra la impunidad

Organizaciones sociales, organizaciones de derechos humanos, sindicatos, grupos de solidaridad, ONG de desarrollo, asociaciones de profesionales y personas a nivel individual han hecho público hoy un manifiesto a través del que condenan la decisión del Congreso de los Diputados que permite la modificación del artículo 23.4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que consagra el principio de jurisdicción universal.

Según los firmantes, entre los que se encuentran UGT, CCOO y Amnistía Internacional , esta modificación en la ley “limita al juez a conocer únicamente causas que tienen una 'conexión nacional' y establece un criterio de admisibilidad que ni siquiera permite valorar cuándo un proceso judicial constituye una efectiva persecución de un crimen.”

La reforma de ley aún tiene que obtener la aprobación del Senado español, por lo que las asociaciones unidas en este comunicado se han adelantado a pedir a los senadores que rechacen la decisión aprobada por el Congreso de los Diputados.

Si la reforma sigue adelante, los tribunales españoles no tendrán jurisdicción en crímenes contra los derechos humanos que no tengan relación con España, lo que da a los responsables mayor impunidad a la hora de cometer estos crímenes contra la humanidad.

“Lamentablemente la mayoría de países en los que se cometen estos crímenes, no pueden o no quieren, investigar y enjuiciar las violaciones graves de derechos humanos constitutivas de crímenes de derechos internacional. Por consiguiente, la aplicación de la jurisdicción universal es un elemento fundamental de la justicia para la Comunidad Internacional”, destaca el comunicado.

Las asociaciones y demás firmantes afirman que países como Dinamarca, Holanda y Alemania mantienen el sistema de jurisdicción universal, y que con la modificación en la ley España se convertirá en uno “de los países más restrictivos para el ejercicio de la jurisdicción universal.”

Además, a través del comunicado, se ha querido recordar que “la impunidad ante crímenes atroces no sólo denigra a quienes los cometen, sino que corroe las instituciones de las sociedades que los cobijan, constituyendo elementos que desestabilizan las democracias.”